Cuando a Verónica le detectaron cáncer de mama en su seno derecho, tenía 35 años, ni siquiera tenía edad para realizarse la primera mastografía. Escuchó la terrible noticia y sintió miedo, pero no por ella, sino por sus hijos Edgar y Adrián, temía dejarlos solos, no quería morir.

Hoy Verónica Mariaca Estrada ha sobrevivido durante dos años al cáncer de mama y está cerca de recuperarse completamente; todo gracias a que el pequeño tumor maligno fue detectado a tiempo.

“Cuando tú escuchas la palabra ‘cáncer’ piensas que te vas a morir, y no es así. Cáncer no es sinónimo de muerte, yo no pensaba en mí, pensaba en mis hijos Edgar y Adrián, que tenían 9 y 12 años”, comenta.

Sobrevivientes. Fortaleza tras perder un seno
Sobrevivientes. Fortaleza tras perder un seno

Verónica y su esposo notaron la presencia de una pequeña bolita en uno de los senos, tenía el tamaño de una canica y le provocaba mucho dolor. Inicialmente Verónica pensó que era porque estaba en su periodo de menstruación, pero al notar que no desaparecía, acudió inmediatamente con su médico; ahí pasó lo inevitable, le detectaron cáncer y tuvieron que extirpar el seno completo.

Verónica recuerda que aquel día jamás pensó que el diagnóstico sería fatal. Nunca se imaginó que tendría cáncer de mama.

“Muchas personas me decían que era normal que a las mujeres nos salieron bolitas en los pechos y decían también que por mi edad no podía ser cáncer, yo por eso iba confiada de que no era cáncer. Entonces cuando el doctor me dice que es cáncer yo estaba en shock, no lo podía creer".

“Gracias a que mi cáncer fue detectado a tiempo, no me dieron quimio ni radioterapias, sólo tomo tamoxifeno. Es importante no confiar en los mitos que dice la gente, aunque no sientas ningún síntoma debes acudir con el médico, hemos conocido casos de mujeres de 27 o 28 años con cáncer de mama”.

Para Verónica Mariaca la palabra ‘cáncer’ cambió su vida, y la cambió para bien, comenta; pues aprendió a valorar cada día con su familia y amigos. Recuerda que el cáncer siempre ha estado presente en su familia, por lo que insiste en realizarse la autoexploración en los senos, pues la diferencia entre vivir o morir por cáncer de mama, es la detección oportuna.

“Yo le digo a mis sobrinas, ‘desde el primer día en que estén menstruando revisen sus senos’, porque venimos de una familia de cáncer, mi abuelo murió de cáncer de próstata, mi tía también tuvo cáncer de mama, entonces mis hijos pueden heredar cáncer de mama. Cuando me dijeron que tenían que cortar el seno yo inmediatamente dije que sí, yo quería vivir, el cáncer cambió mi vida para bien, me hizo valorar cada día, las pequeñas cosas”.

Jackeline Ixtlamati Hernández, de 40 años de edad es otra sobreviviente al cáncer de mama desde hace cinco años. Ella se detectó una pequeña bolita en el seno izquierdo, le detectaron cáncer e inmediatamente lo extirparon, era un cáncer avanzado, de nivel tres.

A sus 35 años de edad, Jackeline conoció las radioterapias y las quimioterapias, pero sobrevivió y ahora no pierde la oportunidad de decirle a las mujeres con cáncer de mama que ninguna guerra está perdida.

Sobrevivientes. Fortaleza tras perder un seno
Sobrevivientes. Fortaleza tras perder un seno

“Yo siempre fui muy optimista, siempre le echaba todas las ganas, pero siempre hay un momento en que te quiebras y necesitas el apoyo de tu familia, de especialistas, de tus amigos y de mujeres que son empáticas y que entienden por lo que estás pasando. Es un cambio total de vida, a veces pensamos que se acaba nuestro valor como mujer porque nos falta un seno, y la verdad es que no, aprendes a quererte más como persona”mencionó.

“A las mujeres en esta situación les digo que no están solas, que acepten la situación y no lo vean como un castigo, el éxito del tratamiento depende de la actitud que tengamos cada una de nosotras”.

La doctora Guadalupe Fosado insiste en que las autoexploraciones mamarias deben realizarse desde los 20 años de edad, para que en caso de presentarse cáncer de mama, éste pueda detectarse oportunamente y las mujeres puedan salvar sus vidas.

Señala que el 80% de las detecciones de cáncer de mama en México, se hacen de manera tardía, cuando el cáncer ya ha avanzado demasiado y es irreversible.

“A las mujeres mexicanas les pido que realicen constantemente las autoexploraciones de sus senos, esa es la diferencia entre la vida y la muerte. También les pido que no hagan caso a los rumores sobre la mastografía, la mastografía es la forma más eficiente de detectar el cáncer de mama, se dicen muchas cosas, que la mastografía es dolorosa, que provoca cáncer, pero nada de eso es cierto. Acudan a su médico oportunamente, salven sus vidas”, comenta.

Según el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres mexicanas, con un promedio de 10 decesos al día. El estudio también señala que durante los últimos 20 años en México, los fallecimientos por esta enfermedad han aumentado, mientras que en Europa y Estados Unidos han disminuido dramáticamente.

El mes de octubre es considerado “el mes rosa” pues durante este tiempo se concientiza sobre el cáncer de mama.

El primer paso para prevenir este tipo de cáncer es la observación de mamas, ya que a través de ello se puede detectar alguna peculiaridad. Si al llevar a cabo esta acción se detecta hinchazón, retracción, enrojecimiento, secreción, hundimiento del pezón, cambio en la coloración de la piel o pequeños tumores se debe acudir de manera inmediata al médico de confianza.

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