Largas filas, espera de más de dos horas, molestia por vacunas agotadas y uno que otro llanto se vivieron en el estadio Corregidora este lunes, primer día de vacunación contra la Covid-19 para menores de cinco a 11 años de edad.

Entre los niños que acudieron a inmunizarse, se encuentra Francisco. Lo acompaña su madre, Martha Rubio, quien señala que el menor de edad es alérgico a la proteína del huevo, por lo que su condición es especial, además de estar en tratamiento médico.

Martha dice que llegaron al estadio Corregidora desde las siete de la mañana, para buscar que Francisco fuera vacunado, previa consulta y autorización de su pediatra, debido a su condición médica.

Dice que su hijo toma medicamentos porque con frecuencia se enferma de gripe, faringoamigdalitis, además de ir a consulta con la nutrióloga, quien le da una dieta especial.

Se agotan las dosis en el primer día de vacunación a niños de 5 a 11 años en Querétaro
Se agotan las dosis en el primer día de vacunación a niños de 5 a 11 años en Querétaro

En los alrededores del Corregidora, es larga la fila de madres y padres de familia que llevan a sus vástagos a vacunarlos contra el SARS-CoV-2.

No faltan los comerciantes que “ya se la saben” y acuden a estas campañas para vender todo tipo de alimentos, desde raspados, hasta gorditas, quesadillas, flautas y guajolotes.

Además hay quien lleva una impresora y equipo de cómputo para imprimir los formatos de vacunación, para aquellos quienes olvidaron llevarlo.

La fila se hace más larga con el tiempo. Los padres no dejan de arribar el estadio, una de las tres sedes de vacunación para menores en la capital, las otras dos son el Ecocentro Expositor y el parque Bicentenario.

Sin embargo, el personal de la brigada Correcaminos, encargado de la logística de los centros de vacunación, se ve rebasado por la demanda.

En el acceso a las instalaciones del estadio, donde están las células de vacunación, las personas se aglomeran, aprovechan un descuido para colarse al interior, burlar a quienes ya van formados.

Algunos se dan cuenta y al grito de “no se meta a la cola, señora”, tratan de evitar el madruguete en la formación.

Otros alertan a los empleados de la Secretaría de Bienestar, para que no dejen pasar a los “vivos” que quieren colarse. Algunos lo logran.

Los gritos de reclamo continúan dentro de las instalaciones del estadio, en otro filtro de acceso. “No se meta señora, usted no iba”, se alcanza a escuchar desde la reja perimetral del coso del Cimatario.

Mientras tanto, Martha y Francisco esperan su turno para que el menor sea inmunizado. Antes que eso suceda, ambos observan las reacciones de quienes van siendo vacunados.

Una madre da apoyo a su hijo, le dice que no duele, que hay que ser fuerte, que no hay que llorar, pero sus esfuerzos son inútiles, pues el menor, de unos ocho años, apenas ve que se acerca la enfermera con la jeringa y comienza a llorar.

Lo hace en silencio, llora “bajito”, para que nadie lo vea. Su cuerpo se pone tenso cuando siente el pinchazo de la aguja. Son sólo unos segundos, y todo pasa rápido, pero el menor no suelta a su mamá.

A lo lejos, en otra célula, se escucha el llanto estridente de un niño. Todos los presentes voltean, para intentar ver quién llora de esa manera.

En otra parte, enfermeras con diademas de ojos de rana y tiaras, caminan por entre los pasillos, calmando a los menores, diciéndoles que todo pasará rápido y que no duele.

Son hasta 15 mil personas por día las que se espera atender dentro del esquema de vacunación que se programó para quienes tienen de cinco a 11 años de edad y viven en el municipio de Querétaro, indicó la delegada de la Secretaría del Bienestar, Rocío Peniche Vera.

La campaña contempla vacunar a unas 90 mil personas y durante el 11 de julio se tuvo una afluencia mayor a la prevista. Quienes acudan deben tener en cuenta que la aplicación del biológico de Pfizer se realizará durante toda la semana, no deben preocuparse si es que no están entre quienes son atendidos durante los primeros días.

Solicitó que quienes acudan para aplicarse la vacuna, padres de familia o tutores que los acompañen, que tengan paciencia, ante esa alta cantidad de personas que asistió desde el momento de arranque.

“Sí, es una fila muy larga, da vuelta a todo el estadio, sí son muchísimos niños, esperamos atender a la gran mayoría, pero si [es que] vamos a tener que atenderlos el día de mañana, pedir su comprensión”, declaró Peniche Vera.

“Vamos a estar toda la semana. Decirles a las personas que vamos dosificando la aplicación de la vacuna en todos los días, todos los días vamos a estar de 8 a 1 de la tarde.

“Debido a estos horarios, me parece que en esta ocasión, vamos a tener que cortar fila antes de tiempo, porque ya vamos a cubrir el 100% de vacunación de que disponemos, entonces, pedirle a la población su paciencia, su comprensión”, remarcó la funcionaria de Bienestar.

El escenario tampoco fue el que se esperaba, pues se tenía contemplado que varios de los menores atrasarían el avance al llorar o directamente negarse a recibir la vacuna.

Subrayó que, en general, el comportamiento de quienes recibieron la vacuna fue bueno, lo describió como tranquilo.

“Estamos calculando vacunar a unos 90 mil niños, que son los que corresponden al municipio de Querétaro. Pedimos paciencia a la población, estamos preocupados por la gran afluencia que tenemos, al mismo tiempo, qué bueno, porque vamos a ir muy rápido, pero vamos a estar toda la semana”, expuso Peniche Vera.

Llamó a quienes acuden por la vacuna a tener en cuenta que las personas menores de edad deben permanecer sentadas 30 minutos después de que reciben la inyección, para así responder, si es que llegara a existir alguna reacción adversa al reactivo.

Luego de unos minutos les dan la salida. Les piden estirar los brazos a los lados de la cabeza y abrir y cerrar las manos. Poco a poco abandonan el estadio, la mayoría triunfante, con su primera dosis contra la Covid-19 y con la promesa de una nieve doble de limón.

Google News

TEMAS RELACIONADOS