Los queretanos se preparan para recibir al año 2020. Acuden a los mercados a comprar lo necesario para la cena de Año Nuevo. Uno de los ingredientes esenciales son las uvas, que en estas fechas alcanzan precios de hasta 150 el kilo.

No es lo único. La ropa interior roja, para el amor, y amarilla, para el dinero, son los productos que también tienen buenas ventas.

Hasta la semana pasada era complicado encontrar uvas en los diferentes mercados públicos de la capital. Los vendedores recomendaban usar ciruela pasa en lugar de las uvas.

No pueden faltar tampoco los platillos típicos, como el bacalao y los romeritos que, aunque son más para la cena de Navidad, muchas familias queretanas acostumbran para Año Nuevo.

Los precios de estos productos, después de la Navidad disminuyen, por lo que están más al alcance de más comparadores.

Los productos cárnicos son otros de alta demanda. Lomo y pierna de cerdo también son consumidos y buscados por quienes desean recibir el año con una cena especial. El precio es de 130 pesos el kilo.

No pueden faltar las bebidas. Sidras y botellas de vino tinto también son socorridas. Aunque el tequila, whisky y mezcal, para algunos, son esenciales, al igual que las cervezas.Sin embargo, las compras no son tan abundantes como en Navidad.

En otros casos las familias prefieren recibir el año en algún restaurante o un hotel, para que nadie cocine en casa.

Los precios por persona en estos lugares son variables, aunque por lo regular superan siempre los mil pesos por persona, de acuerdo al lugar y a la cena.

Desde restaurantes hasta hoteles ofrecen cenas, acompañadas con espectáculos musicales y algunos comediantes, que harán las delicias de quienes opten por esta alternativa para recibir a 2020.

Para una familia de cinco integrantes la festividad erogará un gasto superior a los seis mil pesos, que se sumarán a lo ya gastado en Navidad.

Por otro lado está la celebración más polémica, la que hacen muchos ciudadanos quemando pirotecnia, con consecuencias negativas para el medio ambiente y en casos para quienes la manipulan.

La gente sigue dándole la bienvenida al año nuevo de esa manera, a pesar de los exhortos hechos por las autoridades de no recurrir a estos artículos, debido a su peligrosidad, principalmente para los menores de edad.

Para que los ciudadanos tengan una velada en paz alguien tiene que vigilar las calles y aunque su presencia es muchas ocasiones invislble, los elementos de los cuerpos de seguridad están presentes, para atender cualquier contingencia.

Bomberos, policías, paramédicos de la Cruz Roja, de las diferentes direcciones de Protección Civil, pasan los últimos y los primeros minutos de uno y otro año lejos de sus familias, ellos pasarán el fin de año con su otra familia, la de sus compañeros de trabajo, cuyas familias de sangre los extrañarán.

Habrá quienes cambien de año lejos de sus países, como es el caso de los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, así como las personas en situación de calle que buscarán un refugio en la noche, como todos los días y en todas las fechas.

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