Mariachi lucha para sobrevivir, ante la pandemia
Mariachi lucha para sobrevivir, ante la pandemia

Querétaro, Qro.-

Don Juan Ciriaco Méndez Lárraga, del Mariachi de Los Caporales, ya había pronosticado un mal año para este 2020. Durante una charla, el músico dice a EL UNIVERSAL Querétaro que “desde el principio de año no pintaba bueno el negocio del mariachi, pero a razón de la epidemia se recortó más, inclusive, a principios de la semana pasada ya no chambeamos igual”, asegura.

Méndez Lárraga, ataviado impecable con un traje blanco en las inmediaciones de la tradicional Plaza del Mariachi, comparte su experiencia con la baja de clientes por la pandemia producida por el Covid-19, que inició a finales del 2019 en la provincia de Wuhan, China, y que se ha extendido al mundo en los primeros meses de este año.

Para evitar la propagación del virus, el gobierno mexicano ha recomendado a ciudadanos quedarse en casa, sin embargo, el negocio del mariachi va al día.

“Propiamente estamos saliendo para ver qué cae, estamos esperanzados a que algo caiga, pero también esperamos el momento en que las autoridades digan: ‘saben qué, ya no salen’. Porque va a llegar el momento en que no nos van a dejar salir, ahorita todavía nos permiten estar aquí, en la plaza, pero cuando se venga la tercera fase de la contingencia, ya no nos van a dejar salir, y sí se está poniendo más difícil la cuestión del trabajo”, lamenta.

En una “buena noche”, un mariachi trabaja alrededor de ocho horas el día sábado, lo que implica una ganancia cercana a los 3 mil pesos por persona.

Regularmente el Mariachi Los Caporales está constituido por nueve miembros durante un fin de semana, y alrededor de ocho el resto de los días; sin embargo, los pasados sábado y domingo únicamente trabajaron seis de ellos, esto debido a que el resto de los integrantes se resguardó en sus casas por la contingencia.

Don Juan platica que un buen cliente, y pone ejemplo a una pareja que se encuentra escuchando a un grupo norteño que complace con canciones, “puede consumir hasta tres horas continuas de música de mariachi, lo que sería equivalente a 12 mil pesos.

“Por ejemplo, éstos que están aquí, ya llevan dos norteños y mariachi. Una canción cuesta tocada en la plaza del mariachi 250 pesos pero saliendo de la plaza tiene un costo diferente debido a la transportación. Una serenata de tres canciones llegar a costar hasta mil 500 pesos. Una serenata de siete canciones cuesta 2 mil 500 a 2 mil 800 pesos”, cuenta.

“Al día de hoy [el pasado sábado], hemos chambeado sólo una hora. Nos vamos a esperar a las 12 de la noche a ver qué más cae. Pero por lo que vemos está complicado el asunto”, platica.

Mariachi lucha para sobrevivir, ante la pandemia
Mariachi lucha para sobrevivir, ante la pandemia

Para el momento de la entrevista, Juan Ciriaco no conocía el mecanismo de los apoyos que propuso el gobierno del estado apenas unas horas antes (a través de un video en redes sociales) para personas que tengan que dejar de laborar debido al cierre de los negocios a causa de la contingencia sanitaria por coronavirus.

“Pero si hubiera algún apoyo tendríamos que acudir a buscar la manera de que se nos apoye. Alguno de los músicos perciben solamente su salario de lo que cantan”, comenta.

Don Juan tiene otra alternativa para hacerse de recursos, como lo es “música acompañante”, en una escuela. Desafortunadamente debido a la contingencia su colegio está cerrado. “Pero mi fuerte económico es el mariachi, cuando aquí no hay, allá es mi apoyo. Pero para los que viven solamente de esto sí se va a necesitar un apoyo más”, cita.

Don Juan comparte que estudió en el Conservatorio José Guadalupe Velásquez. Inició sus estudios musicales en 1977, hasta 1982, y aunque en 1982 se casó, cambió su rutina por la necesidad de trabajar. Ha laborado en escuelas, cuartetos, quintetos, tocando música religiosa en los templos. Posterior a la primera invitación a formar parte del mariachi, se dio cuenta que se ganaba un poquito más y decidió dedicarse a este género musical.

Inició en el mariachi desde que estaba en la Plaza de los Platitos, entre el 96 y 98, para después hacer la mudanza a la actual Plaza de del Mariachi, en las inmediaciones de las avenidas Universidad y 5 de Febrero.

El mariachi continúa siendo una particularidad de los mexicanos que se sirven de la música para enamorar, para el dolor o para reconquistar amores perdidos.

“Nos ha tocado llevar serenata donde incluso los clientes en el repertorio están pidiendo rehacer la relación con la novia o la esposa. La música es parte de la vida social del hombre. Por ejemplo: velorios, misas, quinceañeras, cumpleaños, clausuras de cursos”, comenta.

Don Juan señala que en 2001 le tocó ir a España con un mariachi que en aquel tiempo se llamaba Rancheros del Bajío, de don Jesús Pérez; acompañando a un ballet que participaba en un Festival de las Américas.

“Visitando las provincias campiranas me imaginaba que yo andaba por Pinal de Amoles o San Joaquín. Así eran los paisajes de por allá; inclusive visitamos Pamplona y Madrid.

Méndez Lárraga camina entre sus colegas de música saludando amistosamente mientras esperan pacientemente otro corazón herido que necesite música para alegrar esta temporada de contingencia por el Covid-19.

Mariachi lucha para sobrevivir, ante la pandemia
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