Araceli del Rosario Arteaga Soria recibe su acta de nacimiento en braille. Con discapacidad visual de nacimiento, dice que es importante tener un documento como este. Víctor, quien también carece del sentido de la vista, va más allá. Señala que más documentos deberían ser en este sistema, pues les permitiría ser más independientes.
Araceli explica que nació con ceguera congénita. Explica que se enteró gracias a la Unión de Minusválidos, que se ubica cerca del mercado de La Cruz, que había sido seleccionada para recibir el acta de nacimiento de manos de las autoridades estatales.
"Es algo benéfico, porque así podemos tener acceso a nuestro documento que nos da nuestro valor, nuestra identidad. Si la credencial del INE fuera así que bueno, ese ya es otro proceso”, apunta.
Sostiene que lo más complicado que ha enfrentado es moverse por la ciudad, aprenderse las rutas del transporte y evitar los obstáculos a los que se enfrenta al caminar por las calles.
Para llegar el evento donde se entregan las actas de nacimiento, en el Querétaro Centro de Congresos, fueron trasladados. Algunos más, que acuden con sus compañeros, son llevados por sus familiares, quienes los guían hasta el salón, en el tercer piso del recinto.
Las primeras filas de sillas, en el centro, son ocupadas por quienes recibirán las actas en braille, así como por algún familiar. Araceli está a un costado de esa fila.
Reafirma que lo más difícil es “memorizar el trayecto de mi casa a otros lugares. Me costó mucho, pero gracias a Dios ya me guío con los baches, con los topes, me guío con ciertas vueltas, retornos, cierto desperfecto del asfalto”.
Araceli toca en la parroquia de la colonia Satélite y toca en la misa que se transmite por el radio los domingos por la mañana. Confiesa que le gustaría obtener un trabajo. Sabe usar los principales programas de computación y hacer todas las labores de oficina.
“He buscado trabajo, pero nunca lo he encontrado, quisiera una oportunidad. Me dicen que no puedo usar la computadora. Les digo del sistema operativo que tenemos no pesa nada, no afecta a las computadoras, pero mucha gente dice que les voy a meter virus, pero no, son sistemas operativos que tienen ahora los teléfonos celulares”, indica.
Víctor Hugo Fernández ocupa una silla en el templete donde estarán las autoridades estatales. Es pensionado, estudiante y escultor. Cuenta que por medio de un amigo se enteró de las actas.
“Nos presentamos en la oficina del DIF, hice la solicitud, me registraron y dijeron que hoy (24 de enero) se iban a entregar. Fueron unos cinco minutos para hacer el trámite”, comenta.
Apunta que la importancia de contar con un documento así para una persona ciega es esencial, porque muchas ocasiones no cuentan con el apoyo de una personas que los ayude en el momento de hacer algún trámite, aunque tengan los papeles a la mano, al no ver, no saben qué dice.
“Si viene en braille es una gran ventaja, porque no sólo puedo identificar el documento, sino también saber qué dice. En este caso es el acta de nacimiento, ojalá esto se extienda a otros documentos oficiales, por ejemplo los recibos de luz, agua, el CURP, que fuera incluyéndose en más documentos, como las tarjetas del transporte público o el INE”, abunda.
El acto protocolario inicia con la participación de José Luis Martínez, director del Registro Civil en la entidad. Luego se entregan los documentos a los beneficiados, a manos del gobernador Francisco Domínguez y la presidenta del Patronato del DIF estatal, Karina Castro.
Las actas entregadas, de manera simbólica, fueron para los alumnos de la Escuela para Ciegos y Débiles Visuales de la Fundación Josefa Vergara y Hernández IAP y a miembros de la Unión de Minusválidos de Querétaro, IAP.
Con la emisión estas actas podrán validar y tener conocimiento de los datos de identidad jurídica, apoyando a este sector vulnerable en su derecho humano.
Cuando toca su turno, Araceli le dice algo al oído a Karina Castro. La presidenta del Patronato del DIF escucha atenta a la mujer. Cuando termina, Castro sonríe.
Los nuevos documentos dan una nueva perspectiva en la vida de los beneficiados. Tendrán un documento oficial que podrán leer y entender, saber lo qué dice y ellos mismos, como opina Víctor ser incluidos en la sociedad.
