“Huimilpan se ha convertido es una ciudad sin hombres y casi sin mujeres jóvenes; es una ciudad semivacía, solitaria”, piensa en voz alta una mujer mientras recorre con su mirada la explanada del templo principal, dedicado a San Miguel Arcángel; mas al fondo de distingue el jardín principal que alberga un monumento al migrante y alrededor de la plaza decenas de negocios y locales de comida, todos atendidos por mujeres.

Dicha afirmación está a punto de ser cierta, pues la falta de empleo en el municipio hace que los hombres emigren a Estados Unidos o salgan todos los días a trabajar en Querétaro, porque en dicha localidad no hay empresa o fábrica que pueda emplear a los habitantes.

Huimilpan, la fuerza femenina se apodera del municipio
Huimilpan, la fuerza femenina se apodera del municipio

Por tales motivos, las mujeres se encargan de la vida comercial en Huimilpan, ellas atienden casi todos los negocios de la zona; lo mismo atienden una carnicería, que una papelería; un negocio de carnitas o una casa de cambio; es un pueblo de mujeres, atendido por marchantas para clientas en su mayoría.

Rosario Machuca, mejor conocida como “chayo” o “chayito”, ha vivido en Huimilpan durante 80 años y durante toda su vida adulta ha sido comerciante, “Es lo único que podemos hacer aquí, porque los hombres se van a Estados Unidos o para Querétaro, por eso habemos puras mujeres casi. Ese ha sido el problema de Huimilpan, nunca hemos tenido ofertas de trabajo, a pesar de que estamos tan cerca de la capital”, comenta la mujer.

“Es lo que le pedimos a los presidentes cada que cambian de gobierno, que traigan empresas para trabajar aquí y no tener que salir, pero pues todos prometen y nadie cumple”.

Chayo percibe que el estilo de vida en Huimilpan no ha cambiado desde que ella era niña, los hombres tienen tres opciones; trabajan el campo, salen de Huimilpan para buscar empleo en otro municipio como Querétaro o Corregidora, o emigran a Estados Unidos, de donde la gran mayoría no regresa pues deciden hacer vida en el norte.

La familia de Chayito es una muestra de lo que ocurre en cada familia huimilpense, lo común es que al menos un miembro de cada familia viva en Estados Unidos, sean hijos, esposos, sobrinos o nietos.

En algunos casos, como el de Chayito, toda su familia está en el extranjero, sus hijos y sus nietos se fueron a Estados Unidos con sus familias, vuelven a Huimilpan cada vez que pueden, porque al ser indocumentados corren el riesgo de no volver a cruzar. Por eso atiende sola su tienda de hilos y materiales de costura, tiene 40 años con ese local; hace cuatro décadas su negocio era de los pocos que existían en la plaza principal, pero ahora los pequeños locales se cuentan por decenas.

Yo tenía mi negocio aquí mismo y vendía de todo porque antes no teníamos el mercado aquí, comercializaba comida, ropa, zapatos, trastes, de todo lo que la gente pudiera necesitar”.

“Mi esposo murió hace varios años igual que mis papás, entonces estoy yo sola aquí, mis hijos y nietos están en Estados Unidos, aunque tampoco les va muy bien allá, trabajan de lo que pueden, apenas si les alcanza para ellos mismos, por eso a mí nadie me da ni me manda dinero, yo sola sobrevivo con mi negocio, es lo que hacemos muchas mujeres de aquí”.

Huimilpan, la fuerza femenina se apodera del municipio
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Aunque Chayo tiene 80 años de edad y ha aprendido a vivir del comercio, en ocho décadas la realidad no ha cambiado para las nuevas generaciones que viven en Huimilpan; mujeres mucho más jóvenes que ella, como Emma Ibarra de 18 años de edad también se encargan del comercio en la localidad, pues dicen, no tienen muchas opciones.

Emma trabaja en un pequeño puesto de comida a las afueras del mercado. “La verdad es que casi somos puras mujeres las que atendemos los negocios aquí, porque los hombres pues se van a Estados Unidos o se van a Querétaro, no hay oportunidades de trabajo aquí, de hecho los jóvenes que quieren estudiar pues tienen que irse a vivir a Querétaro, porque no pueden ir y venir todos los días. Yo por ejemplo gastaría casi 100 pesos diarios en ir y venir, porque debo ir de mi comunidad a Huimilpan, de Huimilpan a Querétaro y lo mismo de regreso”.

Las mujeres nos dedicamos a atender los negocios, y a las que nos dejan, porque hay varias muchachas de mi edad que ni siquiera las dejan trabajar, tienen que estar en su casa, pues hasta que se casen”.

La llegada de la caravana migrante a Querétaro no tiene mucho impacto en Huimilpan, pues los que viajan desde Estados Unidos para visitar a sus familias lo hacen de manera independiente y casi todos llegan a las comunidades rurales del municipio. Por ello, en la cabecera municipal, la plaza principal luce vacía. Huimilpan, el pueblo sin hombres y sin muchachas jóvenes, donde las mujeres de siempre, atienden los negocios de siempre.

bft

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