Los maestros de la construcción están de fiesta. Es su día y acuden, como cada tres de mayo, al templo de La Cruz y otros recintos religiosos para dar gracias por el trabajo que han tenido el último año.

Los maestros de la construcción llegan al templo con sus cruces decoradas en manos, y con fe y devoción en los corazones. Esperan obtener la bendición de algún cura que los reciba en este día.

Un joven sacerdote lleva a cabo la bendición de las cruces decoradas con flores. Espera por unos minutos que se reúnan los maestros albañiles. La presencia de los devotos es amplia.

Natalia Gutiérrez Aguilar llega con una cruz y una botella de agua para bendecir la obra en la que su marido, Agustín Hernández Ramos, trabaja. La mujer explica que viven en El Carmen, en el municipio de El Marqués. Ella se dedica a la limpieza en una empresa, pero este 3 de mayo pidió permiso para salir temprano y llevar a bendecir la cruz de su marido, quien trabaja en el día festivo. “Así es él, muy dedicado”, dice Natalia.

La mujer sostiene en la cruz que elaboró su marido; la madera está barnizada, tiene listones de colores que la decoran, así como un rosario que le regaló el patrón de su esposo.

“Yo salí del trabajo. Me dedico a la limpieza, ayer la adornamos y me dijo que se trajera a bendecir. Ahorita ya se la llevo y echamos agua bendita en la obra también”, explica Natalia.

Indica que a pesar de la emergencia sanitaria y la crisis económica, a Agustín no le ha faltado el trabajo durante el último año. Comenta que como es buen albañil hay mucha gente lo busca para hacer trabajos en sus casas. “Ni un día se quedó sin trabajar. Ni él, ni yo. Por eso venimos a agradecer”.

En tanto, Enrique Ramírez llega con dos cruces hasta el templo de La Cruz, hasta la puerta de la sacristía, donde sus colegas esperan al cura para bendecirlos.

Dedicado desde hace 10 años a la construcción, dice que aprendió el oficio de su padre, quien ya está retirado, pero tomó la estafeta. Agrega que hace un año, a pesar de las restricciones sanitarias, también acudió a bendecir su cruz, para dar gracias por el trabajo que no falta.

Comenta, al igual que Natalia, que a pesar de la pandemia de Covid-19, no le ha faltado el trabajo, principalmente en obras particulares, pues los grandes proyectos con constructoras se detuvieron por completo.

El cura sale a bendecir las cruces. Los hombres y mujeres ocupan un pasillo de la sacristía para estar en un espacio ventilado y conservar la sana distancia.

El sacerdote hace unas oraciones frente al grupo de trabajadores, quienes agachan la cabeza en señal de respeto y devoción. Luego, el cura rocía en ellos agua bendita, los felicita y les desea buena suerte.

Afuera del templo se venden flores y cruces de madera ya decoradas. Los precios van de los 150 pesos, para las cruces más elaboradas, hasta 40, para un ramo de flores. Tres niños atienden el puesto. “Mis papás fueron al baño”, dice una de las menores. Natalia compra unas flores, pues ese era el detalle que faltaba en su cruz.

Elizabeth y Paola Lugo llegan caminando deprisa al templo. Son cerca de las 13:00 horas, tiempo hasta el cual se bendicen por la mañana las cruces. Será luego hasta las 17:00 cuandose rinda culto a la cruz.

Elizabeth explica que ella es empleada de limpieza, mientras que Paola es empleada administrativa en una constructora, ambas trabajan en el mismo lugar. Paola dice que su jefe las mandó a bendecir las cruces y que las llevaran a la obra donde trabajan, mientras los empleados siguen con sus actividades en la obra. Luego, por la tarde, ser agasajados con una comida.

“Tenemos compañeros que son albañiles y venimos por ellos, en su representación”, señala Paola, mientras Elizabeth agrega que ella fue quien preparó y decoró las cruces.

Ambas mujeres ríen cuando hablan de la fiesta y la comida que se brindará a los trabajadores. “Ojalá sí haya”, dice una de ellas. Siempre hay comida, dice Paola, excepto el año pasado, cuando por la emergencia sanitaria y el confinamiento no serealizó el festejo.

De acuerdo al Inegi, durante abril del año en curso el Índice Agregado de Tendencia (IAT) del sector de la construcción, con datos ajustados por estacionalidad, observó un nivel de 53.1 puntos, cifra que representó un descenso de 0.2 puntos frente al mes inmediato anterior.

Con este dato el IAT, la construcción se mantiene por seis meses seguidos por encima del umbral de los 50 puntos. El IAT se constituye con las opiniones de los empresarios dedicados a los rubros de comercio, construcción y manufactura.

Mientras, en La Cruz el flujo de albañiles y otros trabajadores no se detiene. Los mueve la fe, dar gracias por la chamba que no faltó durante el último año y que este 2021 tampoco falte, además de implorar por su protección en su oficio.

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