Los comerciantes de mariscos esperan todo el año para vender su producto en tiempos de Cuaresma, pues para ellos es la mejor temporada del año, ya que el Viernes Santo se dispara el consumo de pescado.

Sin embargo, este año no ha ocurrido así, la contingencia sanitaria por el Covid-19 mantiene a cientos de familias resguardadas en sus casas, y por lo tanto la venta de mariscos ha disminuido en 80%.

Michelle Díaz Martínez, trabajadora del local de pescados y mariscos llamado Brisa del mar en el mercado de La Cruz, ha notado una caída en las ventas desde hace poco más de ocho días, cuando comenzó el aislamiento social, pues con esto también disminuyó el número de visitantes al mercado.

“Los domingos vemos un poquito más de gente, pero aun así se vende muy poco, creo que las ventas de mariscos han bajado 80%. Entre semana el mercado está desierto, puedes ver de un extremo al otro del pasillo y ningún comerciante está vendiendo nada, es muy angustiante esta situación para nosotros.

“Los días de Semana Santa son los más esperados por nosotros, porque sabemos que en estas fechas vendemos mucho más mercancía que en cualquier otra fecha del año, pero ahora no es así, nosotros pedimos menos producto porque no podemos tenerlo guardado, eso serían pérdidas para nosotros, y en esta situación perdemos todos, porque si nosotros no vendemos, le compramos menos producto a nuestros proveedores y entonces ellos también pierden”, explicó.

Michelle comenta que desde hace más de una semana dejaron de surtir pescado y mariscos a varios restaurantes de la ciudad, pues también cerraron debido a la contingencia sanitaria mundial.

“Una de las grandes fortalezas de nuestro negocio, más que vender productos en el mercado, era surtir de mariscos a varios restaurantes y ahora es algo que no estamos haciendo porque muchos negocios de mariscos cerraron temporalmente, por esto mismo de la contingencia, entonces eso representa grandes pérdidas para nosotros, es algo que no esperábamos. Creímos que esta sería nuestra mejor temporada del año y resultó todo lo contrario”, lamentó.

A pesar de los problemas económicos por los que atraviesan los comerciantes, y en particular los vendedores de mariscos y pescado, los 10 trabajadores de Brisa del mar mantienen su rutina de trabajo, pues las ventas, aunque son pocas, aún permiten pagar sus salarios, aunque no saben hasta cuándo será posible.

“Somos 10 personas trabajando en este negocio y hasta el momento no ha habido necesidad de que alguno de nosotros deje de trabajar, aunque ha sido muy difícil mantener los salarios de todos nosotros, pero hacemos lo que podemos, todos seguimos trabajando”, declaró la comerciante.

Para los vendedores de mariscos cada día comienza a las cinco de la mañana. Lo primero que hacen es colocar el hielo en los estantes para mantener la carne fresca, y las horas siguientes se destinan a la atención del cliente, esperando vender lo más que se pueda. Aproximadamente a las seis de la tarde es cuando comienzan a cerrar el negocio, pero en tiempos de buenas ventas el local se cierra hasta las nueve de la noche.

Nuevas estrategias

Aunque el panorama es desalentador para los vendedores de mariscos, no pierden la fe en salir adelante en medio de la contingencia sanitaria. Para lograrlo, han implementado un sistema de entrega pick up, en el que los clientes llaman por teléfono, hacen sus pedidos y los comerciantes lo empaquetan todo y lo llevan hasta el estacionamiento, para que el cliente no tenga que ingresar al mercado.

“Todos nosotros trabajamos siempre con nuestro uniforme, usamos también tapabocas y demás medidas de salubridad, ni siquiera tomamos el dinero, se paga únicamente en caja, queremos que la gente sepa que somos responsables y que mantenemos las medidas recomendadas por el gobierno.

“Tenemos el servicio de pick up, llama y recoge o llame y lo llevamos al estacionamiento, nosotros sacamos producto y nuestros clientes lo único que tienen que hacer es abrir la cajuela de su auto y llevarse sus pedidos, porque sabemos que muchas personas ya no quieren entrar a los mercados, por eso les ofrecemos esta opción. Comenzamos con este servicio hace dos semanas, tenemos aproximadamente seis servicios al día, todavía son pocos, pero eso es un gran avance, tomando en cuenta la situación tan difícil que tenemos ahorita. Para esto pueden llamarnos al 2123403”, dijo.

Esta estrategia les ha permitido seguir comercializando sus productos, pues están conscientes de que muchos de sus clientes, por temor a los contagios, ya no quieren ingresar a los mercados municipales.

De cualquier forma, en todas las entradas del mercado se encuentran un par de trabajadores del municipio que se encargan de medir la temperatura y suministrar gel desinfectante a todos los que ingresan al edificio, esto, como una de las medidas de salubridad señaladas por el gobierno municipal.

Otras de las recomendaciones al acudir a mercados municipales son: preparar una lista de compras para agilizar la estancia, que sólo ingrese una persona por familia, no llevar a niños ni personas mayores, y si se utilizan guantes y cubrebocas desecharlos adecuadamente; guardar distancia de un metro entre una persona y otra, desinfectar las manos después de la visita al mercado y estornudar o toser cubriendo boca y nariz con el antebrazo.

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