En la Unidad Deportiva Bicentenario, a un lado del templo de Hércules, cada domingo desde las 10 de la mañana al medio día, se junta un grupo de amigos que hoy se ha convertido en una familia.

Coyotes de Querétaro es un equipo de futbol para amputados, y este fin de semana estuvieron de fiesta, ya que cumplieron seis años desde que Rodrigo Campos comenzó este proyecto.

“Estoy contento porque ya son seis años, se dice fácil pero ha sido un caminar complicado, pero más allá de eso, hay que darse cuenta que hay mucha gente con discapacidad motriz que se quiere integrar por medio del deporte, y estos seis años han sido una herramienta importante para que puedan salir adelante”, afirma Rodrigo.

Cada año lo han celebrado con un partido de futbol, por lo que han venido equipos invitados de otros estados, y cierran el día con una gran comida entre jugadores, familiares y amigos. Este año, “la cascarita” se armó entre los miembros del equipo, pues hoy suman 26 jugadores, por lo que pudieron dividirse en dos equipos, el blanco y el negro.

Coyotes, 6 años de promover el futbol incluyente
Coyotes, 6 años de promover el futbol incluyente

“Ya estás viejito”, “parece que estás atrapando gallinas”, se escuchaba desde la banca, entre risas, pues el partido comienza y los compañeros hacen gala de la tradicional carrilla a sus compañeros que están en cancha. Y es que los Coyotes son personas a quienes les faltan una o dos extremidades, pero como buenos mexicanos, ven en la desgracia una oportunidad para burlarse de la situación y pasar un buen rato.

Caen los goles en la cancha, el equipo blanco se pone al frente, después el negro lo empata, después solamente son risas y la cuenta en el marcador queda en el olvido, al final es lo menos importante. Hay Coyotes de todas las edades, don Manuel de 60 años es un muro en la defensa, y como delantero, Diego, de 16 años, trata de burlar a sus adversarios. Aquí no hay distinción de edades, todos se integran y se vuelven niños en la cancha.

Coyotes de por vida.

Una vez que te has puesto la camiseta amarilla, color distintivo del equipo, te conviertes en un Coyote para siempre. Muchos jugadores han pasado por el equipo que Rodrigo Campos fundó, algunos siguen presentes, otros se han marchado a otros equipos en busca de una mayor oportunidad; como es el caso de Iván Dávila, un chico de 20 años que comenzó a los 15 en Coyotes y hoy es parte de Guerreros del Estado de México. Iván vino de visita, pues le guarda un cariño muy especial a la que fue su primera casa.

Iván sufrió una doble amputación a los nueve años, perdió su brazo derecho y su pie izquierdo, es de los pocos jugadores que juegan en la delantera con estas características.

La prótesis de su pierna ha dejado de funcionar, misma que tiene un valor de 250 mil pesos, y quiso aprovechar el momento para pedir ayuda a la sociedad.

“Estoy haciendo la rifa de una playera firmada por el primer equipo del Inter de Milán, el boleto cuesta 50 pesos y es para reponer mi prótesis. A nosotros nos hacen estudios para saber qué tipo de prótesis necesitamos, en mi caso, hago mucho deporte, entreno niños, y por ello necesito una herramienta especial”, explica.

Iván ha sido preseleccionado nacional en dos ocasiones, su amor por el futbol es muy grande y siempre lleva consigo a Coyotes, quien le dio la oportunidad de crecer a nivel profesional dentro de la cancha.

“Para nosotros es muy complicado ir a buscar trabajo, porque cuando te ven con alguna amputación es prácticamente un “no”, esperemos que haya un convenio con el DIF, a lo mejor no que sean gratis las prótesis, pero que sea un ganar equitativo a precios accesibles”, comenta Rodrigo Campos.

Inclusión a través del deporte.

Luego de la cascarita que termina sin que se sepa cuál es el marcador final, se hace otro partido entre los Coyotes y los familiares y amigos. Amputados contra convencionales, como ellos les llaman, las risas no se hicieron esperar, porque quienes pudieran parecer en desventaja, terminan goleando a los convencionales, y de pronto ya son como 30 personas en la cancha, la cascarita ya no tiene bandos, todos quieren patear el balón y festejar el aniversario.

Durante el evento, los Coyotes recibieron donaciones por parte de la academia Wolfsburg de Querétaro, 16 pares de tenis para jugar futbol; también por parte del departamento de Cultura Física del Instituto del Deporte y la Recreación del estado de Querétaro (Indereq), Edward Sánchez donó balones y uniformes para los miembros del equipo.

Pero Coyotes sabe que no todo es gratis, y ellos están dispuestos a trabajar con quien quiera apoyarlos, el deporte fue el pretexto que los unió hace 6 años, y quieren que lo siga siendo para mejorar la calidad de su vida.

“Lo que queremos es que nos den la oportunidad de trabajar, no queremos que nos regalen nada, queremos oportunidades, si algún patrocinador quiere integrarse estamos dispuestos a colaborar con ellos, el chiste es fomentar el deporte adaptado”, señala Rodrigo Campos.

arq

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