Desde que inició la contingencia sanitaria por el Covid-19, las pequeñas fondas en los mercados municipales de Querétaro reportaron una baja de 80% en sus ventas, debido a que el número de clientes disminuyó drásticamente. Sin embargo, recientemente la dinámica para estos comerciantes cambió nuevamente.

Estos comercios sólo pueden vender sus alimentos para llevar, lo que en palabras de los propios locatarios “terminará por ahorcarnos, es como si no vendiéramos nada”.

En el mercado Hidalgo, Martha y Jazmín, comerciantes desde hace más de 10 años en este lugar, esperan sentadas en sus locales a que un cliente llegue, y eventualmente lo hacen, pero la mayoría de ellos se retiran sin consumir, pues no tienen posibilidades de llevar sus alimentos a la casa u oficina.

“Muchos de mis clientes se van sin consumir nada, porque muchos trabajan por aquí cerca y vienen en su hora de comida, pero ni modo que se lleven todo para comer allá, muchos no tienen ese permiso o simplemente no tienen un lugar para comer porque trabajan en la calle.

“De por sí ya estábamos afectados por la contingencia, porque muchas personas dejaron de venir al mercado, pero con esto está peor, yo el día de hoy hice sólo tres chilitos rellenos, otros tres bisteces, hago muy poca comida porque no se vende”, cuenta Martha.

En este mercado municipal, los llamados vigilantes ciudadanos esperan en la entrada principal y dan recomendaciones de salubridad a los pocos visitantes que ingresan al lugar, piden mantener la sana distancia, proporcionan gel antibacterial y reiteran que no se permite comer en las instalaciones. De hecho, desde que uno ingresa al mercado se encuentra con múltiples letreros en los pasillos: “sólo comida para llevar”.

Algunos locatarios como Martha, hacen letreros con sus números telefónicos para recibir pedidos, pero no está en posibilidades de realizar entregas a domicilio, “es por si alguno de mis clientes quiere llamarme para hacer algún pedido y que sólo pase a recogerlo”.

Desde que los locatarios tienen esta nueva indicación, algunos de estos han retirado bancas y sillas de sus locales.

El panorama de incertidumbre también se vive en el Mercado Escobedo, donde de igual forma, los locatarios sólo tienen permitido vender alimentos para llevar.

En palabras de Juan de Dios Piña Pacheco, secretario técnico del mercado, las ventas bajarán aún más con esta nueva restricción.

“Los que tenemos esta instrucción de vender comida sólo para llevar somos las fondas de comida, las carnitas, los que venden mariscos preparados. Esto nos afecta mucho porque hay clientes que vienen con la idea de comer aquí porque trabajan por aquí cerca, no se lo pueden llevar.

“Con esta nueva forma de vender ya nos ha dejado pérdidas de 90%, este mercado es el más grande del municipio, todos los visitantes que tenemos vienen de distintas comunidades, es muy raro que esas personas se lleven la comida, vienen a hacer algún trámite a las oficinas, vienen con su familia, cuatro o cinco personas, quieren sentarse a comer y regresar a sus comunidades”, dice.

Según Juan de Dios Piña, el personal del municipio les hizo llegar un comunicado en el que indicaba que las fondas ya no podrían servir alimentos para consumir en las instalaciones del mercado, para reducir la movilidad y evitar contagios.

En este sentido, se explicó que dicha restricción aplicaría inmediatamente y hasta el 30 de abril; sin embargo, los locatarios tienen sus dudas sobre dicho periodo de tiempo establecido.

“El municipio nada más nos mandó una hoja en la que decía que no podíamos vender para comer aquí, el documento dice que si no acatamos la orden tendríamos una multa y pues nadie quiere eso en estos tiempos, los compañeros se molestaron porque nos avisaron de un día para otro.

“Tomamos esto lo mejor que podemos, sabemos que es por precaución. Desgraciadamente todavía hay muchas personas que piensan que esto es una mentira del gobierno, como buenos mexicanos no creemos hasta que nos pasa, siempre nos han dicho que esta medida es hasta el último día de abril, pero así como vemos las cosas no creo que después de ese día se recuperen las cosas, por eso es nuestra incertidumbre”, detalla.

Debido a la contingencia sanitaria en Querétaro, las autoridades concretaron medidas de ais-lamiento social desde hace aproximadamente un mes, cerrando plazas, parques, jardines, limitando el número de comensales en negocios de comida, y ahora evitando el consumo en los locales, desde entonces, dice Juan de Dios, las pérdidas económicas de los locatarios han sido enormes, aunque aún se desconoce su impacto a largo plazo.

“Hemos pasado una lista para que les entreguen despensas a los locatarios que tuvieron que cerrar porque sus negocios no son de primera necesidad, seguimos en comunicación con las autoridades para acceder a uno de los préstamos que anunció, a ver si con eso podemos aguantar todo este colapso”, comenta el locatario del mercado Escobedo.

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