Para proteger de posibles contagios de Covid-19 a los conductores de taxis y unidades de transporte público colectivo, el Instituto Queretano del Transporte (IQT) ha instalado más de 3 mil 500 cabinas de seguridad, que son plataformas hechas a base de plástico y madera que separan al conductor de los pasajeros.

Enrique Maldonado Rodríguez, encargado de Áreas Regionales en el IQT, señala que hasta ahora han instalado 50% de estas cabinas, aunque en total se instalarán 7 mil en taxis y camiones. La meta es concluir las instalaciones la próxima semana.

“Es un programa de apoyo a los usuarios y también para los operadores buscamos reducir el riesgo de propagación del virus, estamos en el pico de la contingencia y tenemos que instalarlas ya, la gente tiene necesidades urgentes, y en algún momento se tendrá que mover, deben hacerlo de forma segura”. La cabina los protege de algún estornudo, sudor, alguien que tosa. Éstas se han visto en Colombia y China, son herramientas temporales”.

Las cabinas protectoras están hechas con marcos de madera que sostienen una cortina de plástico, estos armazones se colocan a la derecha y por detrás del conductor. Tienen una pequeña abertura para que pueda realizarse el pago.

Todos los conductores registrados ante el Instituto Queretano del Transporte son contactados por las autoridades del IQT para asignarles una cita, con el fin de no rebasar cierto número de personas en las inmediaciones del estadio Corregidora, donde se realizan los trámites y la instalación de las cabinas de seguridad.

Este sistema se instala en apenas 15 minutos, mientras los conductores llenan un formulario con sus datos personales, tarjeta de circulación, etcétera.

“Las cabinas de seguridad también se están instalando en camiones, en total se tienen que instalar 7 mil , llevamos un avance de poco más de 50%.

“A las personas les pedimos seguir con las medidas de salubridad que ya todos conocen, usar el cubrebocas, si es posible usar guantes, no viajar más de dos personas, no intentar convencer a los operadores para abordar más de dos, los invitamos a que acaten las indicaciones por el bien de todos, que cada uno haga su parte”, comenta Enrique Maldonado.

Me siento protegido

Alberto es uno de los conductores de taxis privados a quien el Instituto Queretano del Transporte ya instaló su cabina de seguridad. Tiene sus dudas en cuanto a la visibilidad al interior de su auto, una vez instalado el sistema; sin embargo admite que se siente más protegido al usarla.

“Hay cada gente inconsciente que se sube al vehículo sin cubrebocas, o peor, estornuda y tose sin siquiera cubrirse la boca, y uno no sabe qué decirles, porque tampoco queremos perder el pasaje; yo sí les he comentado a algunos ‘qué bárbaro, hasta acá me llegó tu brisita del estornudo’, esta cabina al menos nos protegerá de eso”, comenta el conductor.

Alberto señala que siempre usa cubrebocas y gel antibacterial, sabe que es arriesgado salir a trabajar, pero no tiene opción, pues trabajar el taxi es la única forma de mantener a su familia.

Considera que las medidas para prevenir los contagios por Covid-19 son buenas, pero señala que hace falta voluntad de la ciudadanía, así como disciplina para acatar las recomendaciones de las autoridades.

“Yo veo a la gente muy relajada, los pasajeros insisten en subir más de dos personas y eso nos mete en un dilema, porque queremos trabajar, estamos desesperados, pero si violamos las medidas nos amonestan y sale peor, estamos en una posición muy difícil los taxistas, no hay trabajo, todos están en sus casas, no sabemos qué hacer”, señala el chofer de taxi.

Además de usar cubrebocas y gel antibacterial, Alberto toma algunas otras medidas para evitar contagios, da preferencia a los pasajeros que sí portan cubrebocas, y a las personas que se dirigen al Hospital General las deja a un par de cuadras antes del nosocomio, pues teme contagiarse en esa zona.

“Yo no sé si esté bien o mal, pero uno mismo toma otro tipo de precauciones, por ejemplo, antes de subir a un pasajero me fijo si trae cubrebocas, o si me piden que los lleve al hospital, les explico que tendré que dejarlos una cuadra antes, no sé si sea lo correcto pero es lo que está en mis manos y lo que puedo hacer.

“Afortunadamente soy dueño de mi propio taxi y no tengo que cubrir una tarifa para algún patrón, porque si así está difícil, apenas alcanzó a llevar dinero a mi casa, no me quiero imaginar si con esta situación tendría que pagarle a alguien más, no quedaría nada para mi familia”, comenta el conductor.

De acuerdo a las medidas anunciadas por el gobernador Francisco Domínguez para evitar la propagación del Covid-19, todos los taxistas y conductores de camiones deben usar obligatoriamente cubrebocas. En el caso de los taxistas, no pueden llevar más de dos pasajeros, mismos que deben ubicarse en el asiento trasero.

La instalación de las cabinas protectoras es una medida de salubridad complementaria para aumentar la protección tanto del conductor, como de los pasajeros.

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