El centro de Querétaro permaneció sitiado. Las vallas metálicas cerraron el paso a vehículos. No así a peatones que, de quererlo, pudieron llegar a las inmediaciones del Teatro de la República, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia conmemorativa del 105 Aniversario de la Promulgación de la Constitución Mexicana.

La mañana en Querétaro, ayer sábado, fue fría. Las personas que estaban en la calle eran pocas, debido a que no es un día laborable. Se protegían de las bajas temperaturas. Los policías y elementos de seguridad vestidos de civil hacían lo mismo. Para paliar las temperaturas recurrían a los vendedores de tamales y atole. Ellos tienen un buen día.

La mayoría de los negocios ubicados en el primer cuadro de la capital queretana permanecieron cerrados hasta las 10 de la mañana. Fueron contados los que abrieron desde temprano. “Ya se la saben”. Este día las ventas son magras por la ceremonia.

Poco a poco la ciudad despertó y los manifestantes llegaron al centro. En la plaza de Armas se concretaron los manifestantes que protestaron por el reemplacamiento.

Sobre Corregidora, otro contingente de manifestantes también protestó. Son de la Unión Cívica Felipe Carrillo Puerto. Pablo González Loyola encabeza la movilización, que minutos más tarde terminará con el derribo de vallas de seguridad y una decena de policías a la defensiva ante el embate de los manifestantes.

Sobre Juárez, casi esquina con 16 de Septiembre, otro grupo se manifiesta. Gritan consignas contra el gobierno estatal, contra el reemplacamiento. Otra decena de policías los vigila a la distancia.

Los manifestantes sólo interrumpen sus arengas y las cambian por vítores y aplausos cuando cadetes del Heroico Colegio Militar marchan hacia sus transportes, frente al jardín Zenea, pero en  Corregidora.

Luego que los cadetes pasan, los gritos contra las autoridades vuelven a hacerse presentes. Después vuelven los aplausos, cuando pasa la Banda de Guerra del Ejército Mexicano.

Arengas, protestas y movilizaciones aderezan el acto
Arengas, protestas y movilizaciones aderezan el acto

Dentro del Teatro de la República, quien da la anécdota y las fotos para los fotorreporteros es el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien parte de la ceremonia se la paso estornudando y limpiándose la nariz. Frente a él, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aguanta de manera serena. La gran mayoría de los invitados no llevan cubrebocas.

Llama la atención también que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, cuando comienza su discurso y saluda a los presentes, al gobernador queretano le llama Marco Kuri, en lugar de Mauricio. El discurso sigue sin mayores contratiempos.

Los turistas, principalmente extranjeros, que recorren las calles del primer cuadro queretano, son sorprendidos con el movimiento de personal militar, policías y bomberos que toman el primer cuadro. Miran con curiosidad, pero sin temor.

Al mediodía, las calles se abren nuevamente a los vehículos. Los vendedores de globos del jardín Zenea se ponen a ofertarlos, el viento vuelve en una calma relativa por el movimiento de la capital. Hay un puesto de tortas cerrado, donde los inconformes pararon a comer.

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