Madrid

Ver agonizar la cultura es romper el espejo donde se refleja nuestro futuro. Una iniciativa internacional bautizada como Alerta Roja ha organizado en esta semana de septiembre en 33 ciudades españolas, y de manera simultánea, grandes manifestaciones a favor del rescate de la cultura.

Los organizadores de Alerta Roja no han dejado un cabo suelto en la marcha: registros, distanciamiento, cubrebocas y gel, en la que todos los protagonistas están vestidos con telas de color negro y algún detalle rojo, y cada uno con un cajón llamado flightcase —que es un contenedor de transporte especial con ruedas habitual en eventos de todo tipo.

Miles de técnicos, chóferes, bailarinas, personal de carga y descarga, técnicos de sonido, iluminación, todos trabajadores en espectáculos, han sido los encargados de llevar a las plazas públicas españolas los shows y llamar así la atención del gobierno.

Agonizan. Artistas salen a la calle para lograr sobrevivir
Agonizan. Artistas salen a la calle para lograr sobrevivir

Más 700 mil personas que trabajan y viven directamente de los eventos continúan paradas y sin soluciones por parte del gobierno español. Llevan seis meses en silencio y ya no pueden seguir sosteniendo a familias enteras que dependen del ingreso generado por los shows.

El objetivo de la marcha ha sido dar visibilidad a la alarmante situación que vive el sector de espectáculo. En todo momento han garantizado una movilización segura para demostrar a las autoridades que se pueden crear y adaptarse a eventos interepidémicos.

España necesita urgentemente regularizar la situación y brindar soluciones. El sector de la cultura ha sido el primero en cerrar sus puertas y el último en volver a abrirlas. “Tablaos” de mucho prestigio y tradición no han podido tras el confinamiento y han tenido que decir adiós para siempre; bailarines, músicos y artistas visuales no pueden más con los gastos.

Agonizan. Artistas salen a la calle para lograr sobrevivir
Agonizan. Artistas salen a la calle para lograr sobrevivir

Restaurantes se han ido a la quiebra por implantar medidas tras la pandemia que condicionan el número de aforos, horarios y gastos de renta insostenibles. La mayoría de las personas opinan que no es lógico que sigan saliendo vuelos llenos de gente y que no se pueda organizar un concierto con las medidas adecuadas.

Las normas incongruentes en la capital ibérica comienzan a crear descontentos sociales que dan la bienvenida a un otoño caliente y deseoso de encontrar soluciones. El sector de espectáculo en España ha sido golpeado por el Covid-19, al igual que al resto de profesionales y empresas con un impacto directo estimado en el tejido económico de 3.8% del PIB.

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