Querétaro, Qro.-

Los abuelitos del Asilo San Sebastián se han quedado sin abrazos desde que la contingencia sanitaria por Covid-19 llegó a Querétaro.

Desde hace tres meses las visitas vieron que restringirse para proteger a los residentes, quienes por su edad avanzada forman parte de los grupos de alto riesgo de complicaciones, en caso de que alguno se contagie de la enfermedad.

Por esta razón el asilo trabajaba a puerta cerrada, sin tardes de café, ni visitas de estudiantes o familiares; sin embargo, ante la tristeza y depresión de los abuelos, el personal adaptó el lugar para que los inquilinos puedan ver a sus familiares a través de un muro de acrílico y mantenerse libres de contagios.

Elizabeth Ugalde, directora del Asilo San Sebastián, comenta a EL UNIVERSAL Querétaro que tuvieron que transformar la sala de visitas y dividirla con un muro de acrílico, hicieron esto porque los abuelitos ya no soportaban más sin ver a sus familiares y amigos.

“Los abuelos se han sentido muy solos desde que comenzó toda esta contingencia, nosotros siempre hemos sido un asilo con muchas actividades, ellos tenían visitas casi todos los días, teníamos nuestras tardes de café, siempre estaban acompañados, y todo eso cambió muy drásticamente, por eso decidimos hacer estas adaptaciones para que las personas puedan venir a visitarlos sin ponerlos en riesgo, no son reuniones con contactos físicos, pero al menos pueden verse de frente, platicar, pasar la tarde juntos, los abuelos están muy contentos con esto que hemos implementado”, menciona Elizabeth.

Las visitas al asilo se realizan a través de citas previamente agendadas, y cada una tienen una duración de 20 minutos; de acuerdo con Elizabeth, los familiares también están contentos y acatan dichas medidas de salubridad.

“Las familias de los residentes están contentas de retomar las visitas, todos tienen mucha disposición, acatan perfecto todas las medidas, hasta ahora sólo se comunicaban por teléfono, esta es una oportunidad para poder verse y tener una plática más personal”, asegura.

Algunos residentes del Asilo San Sebastián padecen demencia, por lo que las visitas con contacto físico son primordiales, en este caso, dice Elizabeth, los familiares pueden ingresar, pero deben usar bata quirúrgica, cubrebocas y careta.

Además de las visitas de sus familiares, los abuelitos pasan las tardes mirando la televisión, ayudando en la cocina, tomando el sol en el jardín, los días pasan lento y muchos de los residentes no comprenden la letalidad del virus. “Por qué el gobierno no quita todo esto del virus”, comentan algunos, ignorando que los contagios por Covid-19 ya rebasan todas las fronteras.

“Muchos de los residentes no entienden muy bien lo que está pasando, creen que la gente los abandona, que los olvidaron, otros creen que es algo que el gobierno puede quitar de un día para otro, nosotros tratamos de mantenerlos ocupados, de hacerles compañía lo más que podamos, les celebramos sus cumpleaños con pastelitos, hacemos todo lo posible para que se sientan mejor”, detalla la directora del lugar.

Además del muro de acrílico, en el lugar se toman otras medidas sanitarias para evitar contagios por Covid-19; todo el personal trabaja con cubrebocas al igual que los visitantes, se cuenta con gel antibacterial y tapetes sanitizantes. Elizabeth Ugalde reitera que toda medida de protección es poca, tomando en cuenta que los residentes son parte de la población vulnerable.

Jornadas extenuantes

El personal administrativo también ha tenido que adaptarse a una nueva forma de trabajo, todos se organizan para abordar un sólo vehículo particular y de esa forma trasladarse desde el asilo a sus viviendas y viceversa, pues “no queremos que los trabajadores usen el transporte público porque eso sería un riesgo para los abuelitos, trasladarnos todos juntos es muy pesado pero no podemos bajar la guardia, no podemos permitir que el virus entre al asilo, de ninguna forma”.

Elizabeth Ugalde también recuerda que el programa 50x50, con el que buscan conseguir donaciones para el mantenimiento del asilo y pagar sueldos del personal administrativo, sigue funcionando. Por lo que pide a la gente que no se olviden de donar la pequeña cantidad de 50 pesos.

“Aún tenemos activo el programa, la gente ha respondido muy bien, se los agradecemos mucho, nos han apoyado bastante, pero quisiéramos que las donaciones fueran más, muchos de nuestros benefactores ya no están en condiciones de apoyarnos económicamente y estas donaciones nos sirven mucho, algunas personas sí nos apoyaron con 50 pesos, pero lo hicieron una sola vez, si está en sus posibilidades esperamos que nos sigan apoyando.

“El personal administrativo del asilo tiene jornadas extenuantes de trabajo, con la contingencia hemos alargado los horarios, los traslados son más complicados, no queremos ni podemos prescindir de ninguno de ellos porque de lo contrario no seriamos suficientes para atender correctamente a nuestros abuelitos del asilo”, destaca la directora.

Cómo ayudar

Las aportaciones pueden realizarse a través de depósitos en farmacias y algunas tiendas de conveniencia a la cuenta Banorte 4915663035007989. Para el Asilo San Sebastián. También se pueden realizar transferencias en Banorte con los siguientes datos: A Asilo San Sebastián IAP. Código banco 0236. Cuenta 0536700885. Clave Interbancaria 072680005367008855 Plaza 9586 TEC 100 Qro.

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