“Estamos confiando en el sistema judicial, pero todo esto ha sido muy difícil”, reconoce en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro Edna Veloz, madre de Dafne McPherson mientras baja su mirada, junta las manos y las frota reiteradamente. Desde junio de 2015, su hijahoy de 28 años, se encuentra en la cárcel por un presunto aborto y fue juzgada por homicidio calificado. Edna cree fielmente en la inocencia de su hija.

Dafne es hija única, para sus padres siempre ha sido Tany, su niña, su mayor tesoro y su felicidad. Después, cuando fue adulta, les regaló la dicha de ser abuelos y para ellos el amor hacia Dafne trascendió. Hoy, ella y Edna comparten la tristeza de estar separadas de sus hijas, lo que ocurrió cuando Dafne fue arrestada y llevada al penal de San Juan del Río.

“Mi nieta tenía a su madre, se llevaban muy bien, Tany se encargaba de todo, la llevaba a la escuela, jugaban; la niña siempre estaba con su mamá el tiempo que el trabajo lo permitía. Ahora soy yo la que hace toda esa parte: darle de comer, vestirla, llevarla a la escuela y a sus actividades. Esa ha sido la parte más cruel y difícil de esto. Tany está lejos de su hija, actualmente de 6 años, y a mí me tienen separada de mi hija”, relata Edna, quien suspira para evitar que se le corte la voz.

El proceso

La lucha de la familia de Dafne y sus abogados tiene como uno de sus ejes la serie de presuntas irregularidades que la entonces Procuraduría de Querétaro cometió en el proceso en el que juzgó a Dafne. Sin embargo, en este caso sus padres también batallaron para encontrar abogados que ayudaran realmente, pues además de la hostilidad de las autoridades, se enfrentaron a penalistas que no resolvieron ni cumplieron con su trabajo.

Edna recuerda que el primer año fue el de mayor dificultad para poder ayudar a Dafne, pues además del choque emocional que ella y su esposo tuvieron, no lograban encontrar algún abogado que cumpliera con su trabajo.

“El primer abogado nos sacó todo el dinero que pudo y no hizo nada. El segundo fue alguien cercano y nos demostró que iba a ayudar a Dafne, pero en una audiencia el juez de control interno nos dijo que no nos servía porque no estaba capacitado para juicios orales y lo destituyó. Vinieron los abogados de oficio, yo les vi ganas de trabajar pero no hicieron nada, trabajaron con lo que había en la carpeta, según ellos no había suficientes pruebas, sin embargo, ahora ya sabemos que sí había suficientes pruebas”, menciona.

A través de coincidencias y de conocidos llegaron con Aureliano Hernández, actual abogado de Dafne, así como con las activistas del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia. Fue a partir de ese momento que ambos empezaron a trabajar en conjunto y tratar de demostrar las presuntas irregularidades en todo el procedimiento. Ahora de la mano de ellos, la familia ha recuperado la esperanza de que se consiga un amparo que le permita a Dafne ser libre y regresar con su hija.

En espera

Luego de la audiencia, el pasado jueves 19 de octubre, en la que el Vigésimo Segundo Tribunal Colegiado del Estado de Querétaro determinó que analizaría la resolución de un amparo promovido por la defensa de Dafne, los días han sido lentos y desesperantes para Edna. La vida continuó como ha sido estos más de dos años, pero esa incertidumbre no se aleja de su mente y menos de su corazón.

En este tiempo también han vivido preocupaciones por la salud de Dafne, pues requiere de medicamentos debido al padecimiento que tiene. Las emociones muy pocas veces han sido de esperanza o de felicidad, de hecho la tristeza y la impotencia son los sentimientos que han afectado a Edna y su esposo, pero ella misma refiere que no pueden dejar de luchar, y menos en este momento en que se ha tenido un avance para obtener la libertad de Dafne.

“Ahora que ya estamos con el licenciado Aureliano y con las licenciadas del Grupo de Acción por los Derechos Humanos tenemos más confianza, nos han ayudado mucho. Ya entendimos cuáles fueron las irregularidades, todo lo que pasó y que fue en contra de mi hija; por ejemplo, el fiscal nos puso como testigos, eso nos confundió, la abogada de oficio dijo que eso no era posible y al final no hizo nada y entonces nos dejaron fuera de los juicios, sólo entramos el día de la sentencia… en todo ese tiempo no supe cómo estaba mi hija, pero a final de cuentas a mi hija también la sacaron del juicio”, contó.

Durante la conversación, Edna recordó los momentos más difíciles de estos últimos dos años. Rememora el momento en que el fiscal Gustavo Dolores Acosta (a quien ya se le inició un procedimiento para sancionarlo) comparó a Dafne “con una perra”, y dice que el caso de su hija debe ser un ejemplo para que las autoridades revisen la manera en que se desempeñan los ejecutores de la justicia.

El día de la audiencia del pasado 19, Edna narra que salieron tristes de la sala. Ella un poco confundida, pues a pesar de todo este camino recorrido, siguen existiendo términos jurídicos que no termina de comprender. A ella le gustaría que simplemente le dijeran que su hija será liberada, que sólo tienen que ir por ella y que volverán a abrazarse en su casa.

“Esta espera es angustiante porque no entiendo mucho de esto, pero los abogados me explicaron que sí es bueno aplazar la decisión porque los magistrados van a estudiar el caso y así tomarán una mejor decisión. Sí tenemos esperanza, esa es la diferencia, pero no dejo de pensar en mi hija. Cuando mi nieta me pregunta por ella, yo sólo le digo que falta poco para que estemos juntos otra vez. Confío en que los magistrados se darán cuenta de todo lo que se hizo mal y van a dejar a Tany libre”.

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