Rogelio Aguilar es locatario en Plaza de las Américas desde hace 27 años. Cuando él llegó, en 1990, el estacionamiento de la plaza era gratuito y las ventas eran 50% mejor que ahora.

Desde hace 10 años los clientes disminuyen y las ventas bajan; Rogelio atribuye el decrecimiento en el panorama al elevado costo de estacionamiento, 15 pesos la primera hora y 5 pesos cada fracción de 30 minutos; aunque, con media hora gratis “que no sirve, ese tiempo te tardas en encontrar estacionamiento y bajar a tus niños del carro, si es que vienes con tu familia”, comenta.

Durante casi 30 años, desde el interior de su papelería, Rogelio Aguilar ha visto partir no sólo a los comerciantes que se instalaron al mismo tiempo que él, sino a nuevos pequeños y medianos empresarios que llegan a Plaza de las Américas y que tardan seis meses se retirarse del lugar porque simplemente no hay clientes, porque ya no es rentable.

“He visto irse a una infinidad de locatarios. Actualmente son como 350 locales, pero al mes vienen y se instalan 25 y al siguiente mes se van 26, se van más de los que llegan. Los que seguimos aquí todavía es porque hemos consentido a la clientela de alguna forma, damos descuentos, hacemos ofertas aunque mermen nuestras ganancias. Vender menos es mejor que vender nada”, lamenta Rodrigo.

“Anteriormente un local vacío no se tardaba más de una semana en ocuparse, ahora es al revés, un local ocupado no tarda mucho en desocuparse. En esta plaza tengo 27 años, por eso sé que desde que cobraron el estacionamiento yo calculo que las ventas bajaron un 50% desde ese entonces. Está muy difícil, por eso hay que estar viendo la forma de convencer a la clientela para poder sacar lo que nos corresponde como comerciantes y pagar la renta de mi local, que es de 12 mil pesos, de entrada son 400 pesos diarios para el dueño del local y con las ventas tan bajas, imagínese”, cuenta el locatario.

Rogelio habla de la difícil situación económica que no sólo él, sino todos los locatarios atraviesan, mientras Susana Gallegos entra al local, compra cuadernos y plumones para el regreso a clases de su hijo.

Ella también atiende un negocio en la plaza, junto con su papá administra una panadería desde hace 24 años. Coincide con Rogelio en que los clientes dejaron de ser frecuentes cuando llegaron los pagos por estacionamento.

En la misma plaza, Gabriela González tiene dos años con su barbería. Aunque tiene menos tiempo que Susana y Rogelio, también está consciente de la falta de clientes. “Gaby”, como la llaman sus amigos, reconoce fortalezas en Plaza de las Américas, la primera plaza fundada en la ciudad de Querétaro, dice que tiene buena ubicación y clientes tradicionalistas que casi por costumbre asisten a la plaza a pagar servicios, comer o cortarse el cabello.

“Para el servicio que yo doy, mi negocio es una barbería, no es suficiente la media hora gratis que le dan a los clientes, no alcanzamos, a menos que lleguemos corriendo, pero no es posible; mis clientes mínimo están aquí media hora y no alcanzan a aprovechar el tiempo gratis. Más o menos están una hora aquí, igual pagan como 40 pesos de estacionamiento. Afortunadamente yo tengo mi clientela y ellos me han seguido hasta aquí, tengo dos años en la plaza, y desde siempre he escuchado las quejas de los clientes porque el estacionamiento es muy caro”, explica.

“En dos años supe de dos negocios que tuvieron que cerrar, uno era una mueblería y el otro era un negocio donde ponían uñas, se fueron porque no había clientes. Siempre hemos luchado para que bajen la tarifa del estacionamiento, que le den mantenimiento y tengan responsabilidad por daños a los coches, porque si algo pasa, ellos no se hacen responsables de lo que pase en el estacionamiento”, cuenta Gaby.

Del otro lado de la situación está María Mercedes Romo, quien hace un par de años se instaló en Plaza de las Américas, rentó dos locales, uno para vender comida rápida y otro para convertirlo en zapatería, pero por falta de clientes el primer local cerró un año después y el segundo cerró año y medio después de haber abierto sus puertas.

“Estuvimos un año ahí, las rentas eran un poco altas, pagamos 5 mil 500 pesos por uno de los locales más pequeños de la plaza. Sí teníamos ventas pero no como nosotros queríamos, no era rentable, también teníamos una zapatería a un lado y la cerramos también, porque sí es muy caro el estacionamiento de Plaza de las Américas, por eso la gente no iba, es muy caro y lo sigue siendo. Hay muchos locales cerrados, es por eso” indica Mercedes.

“La falta de clientes fue la clave para que cerrara mis negocios. En ese tiempo vimos varios locales que también cerraron, entre nosotros platicábamos de eso, que faltaba gente”, concluye.

La situación por la que atraviesan los locatarios de Plaza de las Américas es tal vez la más complicada entre los 141 centros y plazas comerciales del municipio de Querétaro. Sin embargo, la situación se replica en otros puntos.

La Plaza Juriquilla es otro ejemplo, donde Moisés Santiago tiene un negocio de servicio de computación desde hace cuatro años. Aunque en este caso el estacionamiento cobra cinco pesos, la preocupación es la misma entre los clientes. Los que llegan al negocio de Moisés están apurados, de prisa porque no quieren tardar y pagar más minutos.

“Ojalá sí cumplan lo de las dos horas gratis de estacionamiento, la gente vendría con más confianza, a veces recibimos clientes que llevan mucha prisa, entonces con esa medida de dos horas está perfecto para que puedan comprar con calma, regresar y ver lo que ofrecemos. Yo sí noto que la gente viene muy de prisa, aunque ya pagaron intentan salir rápido para pagar poco”, destaca.

“Será un beneficio para los negocios y para el cliente, realmente si lo vemos en números de las grandes cadenas, a fin de cuentas van a tener más gente, con tranquilidad haciendo compras, gastando y consumiendo en sus negocios”, refiere Moisés.

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