“No son princesas, son jugadoras de futbol”, dice Marco Antonio Gómez, entrenador del equipo femenil Toros Querétaro. La opinión la comparten María José Bastida Villegas y Osarahi Ramírez, jugadoras del equipo, quienes encuentran en el club, un espacio para desarrollarse deportivamente, señalan que con la creación de una liga femenil nacional se abre una opción para el profesionalismo en este deporte, aunque aún con desventajas para las mujeres jugadoras.

Osarahi, lateral derecho en el equipo desde hace seis meses, dice que tiene viviendo en Querétaro alrededor de un año, pues por cuestiones de trabajo tuvo que dejar ciudad natal, Durango. Desde que llegó, dice, buscó equipos de futbol para integrarse, y Toros Querétaro cumplió con sus grandes expectativas.

“Nací en Gómez Palacio, me fui becada a Durango (ciudad) gracias al futbol. Tengo 20 años jugando y me mandaron a Querétaro por cuestiones laborales, pero ya no tenía el contacto para seguir en los juegos de la categoría en la que me dedicaba, pero encontré a Toros”, explica la joven de 28 años de edad. Osarahi afirma que no hay discriminación para el futbol femenil (como se ventiló semanas atrás) más bien la joven las observa como desventajas.

“A lo largo de mi carrera me he encontrado con jugadoras, que juegan mejor que algunos hombres. Obviamente sin comparar la fuerza, el futbol femenil siempre ha sido muy bueno, pero no tiene promoción, no lo conocen, y por supuesto no le tienen fe. Ahora que está la Liga MX la gente puede ir a disfrutar de igual manera un partido de futbol femenil que uno varonil. Hay restricciones en los equipos MX que sólo puedes tener tres, cuatro jugadoras que estén arriba de los 23, 24, 25 años, cuando están teniendo chicas muy pequeñas, que no tienen la misma fuerza, las empujan muy fácil”, indica.

Asegura que las mujeres “no juegan como niñas”, pues practican el futbol con más garra, les cometen una falta y no se quedan en el piso, por la necesidad de mostrar que hacen la diferencia, de que no necesitan quedarse en el piso quejándose por una falta, “nosotras no somos así, no hacemos ese show”.

Licenciada en Comunicación, Osarahi visualiza su futuro en el futbol. “Para mi este deporte será para toda la vida, en el escenario que sea, sea amateur o profesional. Obviamente profesional se nos hace muy difícil por las mismas restricciones que pone la Federación, pero uno juega por divertirse, al mismo tiempo quiere ganar y quiere sentirse triunfadora, entonces jugar en un equipo como Toros te da la garantía de que tendrás triunfos”, abunda la jugadora.

En ese tenor, María José, jugadora de futbol desde los seis años de edad, y actual capitana del Toros Querétaro, señala que el futbol femenil tiene un auge actualmente, no es tan reciente, pues desde años atrás se practica con más frecuencia por mujeres.

Indica que nunca sufrió críticas por querer jugar futbol, “gracias a Dios mis papás siempre me han apoyado en esto, mi familia igual. Solamente en la escuela, cuando jugaba contra niños, eran los comentarios de te burló una niña, te metió gol una niña, pero ahora no”.

Dice que los equipos femeniles han tenido un camino difícil para consolidarse, pues antes no había ligas, se tenía que jugar con hombres. Esa situación cambió y ahora hay muchas ligas femeniles en todos los estados, en cualquier lugar es más sencillo incluirse a un equipo.

Apunta que los partidos de Toros Querétaro como locales son en el parque Bicentenario. La convocatoria para los próximos partidos la hacen a través de las redes sociales, así como con la familia y los amigos.

Añade que en otros estados del país la convocatoria del futbol femenil es mayor, hay más afición, mientras que en Querétaro sólo en finales existen aficionados en los partidos, a comparación de algunos torneos regulares, cuesta más trabajo llevar a los hinchas al campo.

Precisa que la creación de la liga femenil es positiva, pues las lugares para mujeres pueden crecer a nivel nacional, incluso a nivel selección se puede crear más y rendir más frutos en competencias internacionales.

Sobre las disposiciones que presuntamente les impusieron los equipos de fútbol de la Liga MX a las jugadores, como no embarazarse, verse femeninas y no difundir su preferencia sexual, lo ve hasta cierto punto bueno, “porque creo que es un trabajo. Jugar futbol también es un trabajo, tienes que respetar las reglas que te impone el club con el que firmaste. Creo que es positivo, porque si eres una figura pública, tienes que respetar ciertas cosas. Lo del salario, me parece bastante bajo, cualquier persona en otro trabajo ganaría un poco más”.

Por su parte, el entrenador del equipo, quien desde hace siete años se dedica únicamente al futbol femenil, señala que hace cinco años era una proeza tener un equipo femenil, ya que todo el apoyo había sido siempre para los equipos varoniles, así fueran de categorías menores.

“En la actualidad eso es diferente. Ahora el boom de la Liga MX femenil ha impulsado muchísimo esto, pero desde hace dos o tres años ha mejorado bastante el apoyo”, menciona.

Narra que cuando el equipo inició cualquier mujer podía ingresar al mismo, pero actualmente hacen visorías nacionales dos veces al año, durante las pretemporadas, a tal grado que la plantilla del club está conformada por jóvenes de otros estados, incluso, tienen dos jugadoras extranjeras, una española y otra de nacionalidad japonesa.

“Somos un equipo semiprofesional. La diferencia con un equipo profesional es que no pagamos un sueldo, esa sería la diferencia principal. En la liga que jugamos es la segunda liga más importante del país, sólo por debajo de la Liga MX, y jugamos en la primera división de esa liga. Somos los actuales campeones nacionales de esta sección, entonces necesitamos un nivel de exigencia muy alto”, asevera al tiempo que acota que ahora, con los resultados, tienen cinco patrocinadores.

“Para ser entrenador de fútbol de hombres cualquiera, pero para ser entrenador de mujeres si se necesitan otras cualidades… en este país aún se tiene una mentalidad machista, normalmente las protegen mucho, las discriminan en sus casas. Hay chicas que tienen mucho talento, pero sus papás les dicen que no pueden entrenar futbol. Hay veces que se escapan de sus casas para ir a entrenar o jugar”, puntualiza el entrenador femenil de Toros Querétaro.

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