Hace 16 años, Osmany Ramírez se convirtió en el entrenador estatal de Querétaro. Fue a través de un convenio entre la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y Cuba Deportes que llegó a México para impulsar a los mexicanos en uno de los deportes por excelencia: el atletismo.

Son 27 años ya de estar al frente de atletas, pero es toda una vida dentro de la pista.

“Llevamos toda la vida en el atletismo, en Cuba practiqué el atletismo desde muy chiquito y después seguimos trabajando. Hice la licenciatura en Cultura Física y de ahí fui profesor de la Universidad en Cuba. A la vez llevé la preparación de los atletas en las escuelas superiores de perfeccionamiento atlético en Cuba. En el año 2000 me hicieron el llamado por parte de la Conade para entrenar atletas mexicanos. Estuvimos un año trabajando en Toluca con buenos resultados y una vez que empezó el proyecto de Talentos Deportivos nos trajeron para acá”, narró Osmany.

Proyecto deportivo

La Escuela de Talentos Deportivos es el mejor proyecto que ha tenido Querétaro en cuanto a impulso al deporte; el entrenador Ramírez es uno de los fundadores de esta institución, actualmente es entrenador en jefe, director técnico del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq); además, es entrenador de la selección de la Universidad Anáhuac.

“A raíz de que empezamos este trabajo en 2001, ese año obtuvimos una medalla de bronce en el atletismo y actualmente contamos con más de 140 medallas nacionales, entre Olimpiada Nacional, Primera Fuerza, Universiada y más de 10 medallas a nivel internacional. Esto quiere decir que el trabajo que hemos hecho en Talentos Deportivos ha sido el impulso del desarrollo del deporte en Querétaro”, expresó el entrenador.

En 2013 obtuvo la nacionalidad mexicana gracias a su trabajo a lo largo de casi 17 años, además de que formó una bella familia en el estado con dos hijos queretanos.

Está orgulloso de sus raíces cubanas, pero consiente de que tuvo que abandonar su país en busca de una mejor oportunidad.

“El hecho de salir de Cuba es un problema. En cuanto a la parte del entrenador, se pasan por muchos filtros. La escuela cubana de metodología y entrenamiento está muy avanzada y los resultados la están avalando a nivel internacional. En Cuba hay una empresa que se llama Cuba Deportes donde se hace convenio con diferentes países, y en la que, por el currículum, te van rotando a diferentes países”, explicó Ramírez.

Al pertenecer a un país que es potencia en el atletismo internacional, Osmany considera que la falta de identidad es lo que más afecta a los atletas mexicanos y por ende aún quedan lejos de los resultados que pudieran tener.

“La idiosincrasia de Cuba es diferente a la mexicana, pero tenemos algo en común: hablamos la misma lengua, y creo que si hay algo que he aprendido es que comunicándonos podemos mejorar. México lo tiene todo, vengo de un lugar donde los muchachos tienen que realmente sudar la playera para poder ser parte de una selección. Donde más me costó trabajo es que los jóvenes tengan sentido de pertenencia, en Querétaro hay una zona de confort, hay que tener vergüenza deportiva cuando las cosas salen mal”, comentó.

El entrenador señaló que otro de los peores males que aquejan al deporte nacional son los dirigentes políticos, los administrativos que en su vida han pisado una pista y que realizan cambios sin medir las afectaciones para los atletas.

“En México hay mucho talento, hay más de 100 millones de habitantes, es para que el país estuviera en un lugar privilegiado en el deporte, pero pasan cosas administrativas que al final son las que traen los problemas al deporte y es triste porque nosotros como entrenadores no podemos tener palabras para decirle a los atletas”, dijo.

Mejorar la mentalidad

A lo largo de su carrera, Osmany ha formado a atletas como Irving Basoria, quien fue bronce en la prueba de salto de longitud en los Juegos Panamericanos; Paulina Flores, quien quedó en noveno lugar a nivel mundial en lanzamiento de disco; Vicente Ríos, quien acudió a Juegos Panamericanos en longitud; Ivone Rangel, campeona nacional que asistió a Juegos Olímpicos de la Juventud y ha asistido a universiadas nacionales en tres ocasiones, en la prueba de salto triple, por mencionar a algunos.

Actualmente, cuenta con preseleccionados nacionales para Barranquilla 2018: Sergio Esquivel en los 400 metros con vallas, Aldo Vega en los 10 mil metros, Naomi Mojica en impulso de bala.

No obstante, a pesar de tener una larga lista de atletas destacados, Querétaro tiene un área de oportunidad importante.

“Pienso que en Querétaro nos falta mucho atender la parte psicológica, se nos van muchos resultados por la parte emocional, necesitamos por lo menos un psicólogo del deporte para que haya un seguimiento realmente, si se ve una vez cada tres meses no se resuelve el problema”, explicó. El entrenador explicó que respecto al fogueo internacional, pese a que sí ha habido apoyo en algunas ocasiones de las autoridades, es una situación en la que aún no se establece un proyecto estable para atletas de alto rendimiento.

“En cuanto apoyo material no nos podemos quejar, el atletismo queretano cuenta con una pista nueva, se hizo compra de materiales para el trabajo de las diferentes áreas, se nos hizo un gimnasio. Pero en la parte donde considero que necesitamos apoyo es en fogueo internacional, este año como lo dijo el gobernador, nadie se va a quedar sin ir a un evento internacional, creo que eso es un avance porque sabemos que tenemos atletas de alto nivel y sería una pena que por falta de recursos no vayan”, aseveró.

A pesar de los sinsabores que ha tenido que pasar a lo largo de su carrera, Osmany tiene fe en lo que hace y la esperanza de que ningún atleta abandone su pasión por cuestiones ajenas a él.

“Es muy triste que por cosas que no tienen que ver con el trabajo un atleta se retire”, considera.

Osmany tiene la devoción de seguir formando atletas para que sean hombres y mujeres de bien y que se sientan orgullosos de portar los colores nacionales.

“El atletismo para mí es todo, como dice el dicho no es vivir del atletismo es vivir para el atletismo, tenemos 16 años trabajando, bajo el sol, bajo la lluvia, bajo el frío, pero aquí andamos porque para eso nos preparamos”, destacó Ramírez.

“Todo lo que soy se lo debo al atletismo porque desde 2009 he sido entrenador de selecciones nacionales juveniles y mayores y eso no se lo puedo deber más que al trabajo. Estamos muy tranquilos desde el punto de vista profesional. Tenemos el proyecto con la Anáhuac con grandes resultados y hay Osmany para rato”, finalizó.

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