Cuando Aura Silvia Ortega López y su familia se mudaron al fraccionamiento de la zona de Ciudad del Sol pensaron que tendrían un hogar perfecto, pero al poco tiempo notaron que no sería así, pues comenzaron a aparecer detalles desagradables en la construcción.

Clotilde Juvera, jubilada, también tenía la misma expectativa, pero su casa comenzó a agrietarse al mes, y cuando habló con el encargado del fraccionamiento le dijo que: “era normal, que todas las casas en Querétaro se agrietaban”.

Las reparaciones de las casas han corrido por cuenta de la constructora, que no se ha negado a hacer los trabajos correspondientes, aunque los compradores se sienten inconformes por la falta de claridad al momento de venderles las viviendas.

Las casas en Los Prados Residencial son iguales, como en la mayoría de los nuevos desarrollos inmobiliarios que surgieron en Querétaro en los últimos años. Todas muy ordenadas, pintadas con los mismos colores, en calles amplias con sus medidores de luz en la parte frontal y casetas de vigilancia en el acceso, al que sólo se puede acceder cuando abren el portón.

Sin herramientas para peritaje.

La casa de Aura está en la calle cuatro, justo en la esquina. Tienen en la fachada un anuncio de “Se vende casa”, que describe habitaciones de la vivienda. La casa es amplia, bien iluminada, con techos altos y sin daños visibles.

Sin embargo, Aura explica que solicitó a las autoridades municipales los planos estructurales de la casa, recibiendo como respuesta que no contaban con los planos estructurales ni eléctricos, por lo que un arquitecto no podría hacer un peritaje de manera correcta de la misma.

“En la licencia de construcción que me facilita el municipio me dicen que sólo autorizan el plano arquitectónico, que el estructural no lo autorizan, por lo que no son responsables de los daños que puedan tener las casas”, abunda.

Mientras que en la Dirección de Desarrollo Urbano, cuando solicitó que revisaran las casas, la refirieron al Colegio de Ingenieros Civiles de México, para que fueran ellos quienes realizaran la revisión, pero el colegio le cobraría por hacer un estudio de mecánica de suelos y de daños estructurales en la casa.

Las grietas que aparecieron a los pocos meses de ocupada la casa de Aura, hace un año, fueron reparadas por la constructora, cuyo personal le comentó que si las grietas no atravesaban el muro no se podía considerar daño estructural, por lo que lo único que hicieron fue cubrirlas de nuevo.

“Nos entregan las casas con una pintada. En lo que empieza a quebrarse el resanado pasan dos o tres meses. Las reportamos en su momento, vinieron, las rellenaron, resanaron y se fueron. La parte de afuera de mi casa está toda parchada”, señala, mientras mira desconsolada.

Incluso, comenta Aura, la cantidad de metros cuadrados no corresponde a lo que les señalaron en la venta, pues en algunos casos son menos, mientras que en algunas casas tienen de más.

Agrega que las tuberías han “reventado” por la presión del agua, así como algunos problemas con la instalación eléctrica, reparaciones que ha hecho la constructora Arive.

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Fallan servicios.

Por otro lado, la casa de Carolina Contreras Serrano tiene algunos daños por humedad, además de que algunos muros también presentaron grietas al poco tiempo de que le fue entregada por la constructora, tras pagar 740 mil pesos que pagó de contado.

Indica que al momento de entregarle su casa, casi de inmediato notó algunos de los defectos que actualmente pueden constatarse en la vivienda. Todas las casas, dice, tienen los mismos problemas, además de que falta el agua de manera constante en todo el fraccionamiento.

Clotilde dice que llegó a vivir a Querétaro el año pasado, y al mes de llegar a su domicilio aparecieron grietas en los muros. Cuando habló con el encargado del fraccionamiento éste le dijo que “era normal, que en Querétaro las paredes se agrietaban”, por lo que le señaló que debieron decirle eso desde que compró la casa, para no adquirir una vivienda nueva.

“Mandaron a una persona a que me reparara la casa, estuvo tres semanas reparando, aparentemente la dejaron bien, se retiraron, y a las tres semanas aparecieron las grietas en los mismos lugares.

“Curiosamente en la misma dirección, recámara, los baños y en la pared más grande, la de las escaleras, así como humedad en varios lugares. Volví a poner la queja. Al mes mandaron a otra persona a hacer la reparación, le pusieron malla a las paredes, para que no volvieran a aparecer las grietas, aparentemente dejaron todo bien, pero en esa ocasión a las tres semanas volvieron a aparecer las mismas grietas”, dice.

Llama Proteccion Civil a hacer reparaciones.

Preocupada por esta situación, acudió a Protección Civil municipal para que revisará su casa, ya que la vivienda es su patrimonio, pues es una mujer jubilada de 65 años de edad. La dependencia conminó a la constructora a hacer las reparaciones.

Clotilde acudió a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para solicitar que la constructora reparara los daños en la vivienda, toda vez que era nueva. Sin embargo, apareció humedad en distintos lugares de la casa, por lo que tuvieron que reparar los desperfectos.

Incluso, dice que una de las paredes presentaba “una joroba” pues una de las trabes, al momento de construirla, se dobló, haciendo que saliera una protuberancia del muro.

“Estuve 10 meses con trabajadores en la casa. Hasta enero viví en obra negra”, agrega.

Rehabilitación extrema.

Hasta la fecha, las reparaciones de la constructora han dado resultado, pues no han vuelto a aparecer grietas en ninguna parte de su casa, aunque eso representó que levantaran los azulejos de los baños, posieran un castillo en uno de los mismos, reparar las bardas perimetrales que estaban agrietadas, así como el techo de una de las recámaras.

Algunos otros desperfectos en las casas, dice, se presentan en las viviendas de tres recámaras, pues la caídas del agua de los techos están sobre los medidores de luz, generando cortos en las viviendas.

Asimismo, precisa que las áreas comunes donde están las canchas de futbol, que normalmente son usados por los menores que viven en el fraccionamiento, están inconclusas, creando riesgo para los niños.

Algunas casas, dicen las mujeres, están por ser entregadas, muestra de ello son los trabajos que hacen algunos obreros.

Piden a la constructora los planos estructurales para poder hacer un peritaje sobre las casas y saber las condiciones reales de sus domicilios.

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