El domingo pasado Estefany Guadalupe preparaba la comida para su familia, cuando su pareja Óscar Mauricio le pidió que fuera a comprarle una caguama para que siguiera viendo en Netflix la serie La historia de un crimen; la búsqueda, pero cuando el hombre recibió la cerveza la molió a golpes porque estaba al tiempo, declaró la mujer en la carpeta de investigación FAO/ AO-4/UI-3 S/D/0683/07-2020.

Ésta es una de las 10 mil 42 denuncias ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de enero a mayo del presente año; es decir, alrededor de 66 querellas diarias por violencia intrafamiliar.

Lo que más preocupa es que hasta el momento no se reporta un solo detenido por las agresiones.

Durante la cuarentena ordenada para intentar frenar la pandemia por el Covid-19, este tipo de violencia se disparó en la capital del país, contabilizándose de marzo a mayo 4 mil 56 casos.

Las denuncias y llamadas de auxilio que llegaron a la FGJ iban desde que las parejas les aventaban la comida y les gritaban que “no servían ni para cocinar”, hasta aquellas que eran golpeadas cuando sus esposos llegan alcoholizados.

También llama la atención que durante abril y mayo 40 mujeres con sus hijos decidieron abandonar sus hogares y refugiarse con familiares o amigos, donde recibieron el mismo trato o fueron rechazadas.

La socióloga por la UAM, Maru Hinojosa, explica que esta situación la viven todos los días las mujeres y se llegó a “normalizar”, pero que ahora no tienen para dónde correr y empezaron a denunciar, incluso revela que el número de violentadas puede ser superior en las comunidades donde aún prevalecen los usos y costumbres.

Durante abril, la alcaldía de Iztapalapa encabezó la lista con 262 carpetas de investigación; le siguió Gustavo A. Madero, con 418; Álvaro Obregón, con 136; Cuauhtémoc, con 110, y en quinto lugar está Coyoacán, con 116.

En mayo, Iztapalapa siguió al frente con 202 casos; Gustavo A. Madero, con 194; Álvaro Obregón, con 93; Cuauhtémoc, con 91, y Coyoacán con 85.

Si bien los datos oficiales reflejan la situación de violencia que viven las mujeres, la cifra negra podría multiplicar por dos el número de agresiones, refiere la especialista.

De los más de 10 mil casos de abuso y violencia denunciados, ni un solo hombre terminó en prisión o fue procesado por agredir a una mujer, ya que en 80% de las querellas las víctimas desistieron de continuar el proceso legal y en 20% restante los imputados “no estaban” en el domicilio cuando acudían los agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local o de la Policía de Investigación.

Verónica, de 43 años, vivió una situación similar a la de Estefany, Ella le pidió a Jacinto que mientras iba a la tienda y él veía televisión cuidara que el arroz “no se pasara”, acto seguido el hombre se levantó y la agarró a patadas; su pareja se molestó y argumentó en la carpeta FIIZP/IZP-8/UI-1/C/D/00444/06- 2020 que en ese momento se distrajo y perdió su juego en la Play Station. Cuando llegaron los policías prometió que “no lo volvería a hacer”, por lo que ni siquiera lo presentaron ante el Juez Cívico.

A Karina su hermano la cacheteó por pedirle que trabajara y al solicitar ayuda a su esposo, Mariano, que departía con su cuñado, la violó en la cocina para luego seguir la fiesta, con dos amigos más.

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