Para Lotzlly Azul Carreto Olvera, estudiante de la Ingeniería en Mecatrónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), ir a la escuela representa más que asistir a clases, ya que, señala, es ver a sus amigos, jugar futbol, interactuar con sus profesores y disfrutar de las instalaciones.

Por eso, a la joven de 19 años le llena de tristeza el saber que cuando se instale la nueva normalidad volverá a las aulas, pero no convivirá con sus compañeros como antes ni disfrutar enteramente la experiencia universitaria en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas.

“Antes nos quejábamos de que teníamos mucha tarea y no queríamos ir a la escuela; ahora es lo que más extraño. Siento tristeza, porque cuando regresemos, en lugar de desbordarte de amor por volver a ver a mis amigas, no las voy a poder abrazar. Nos tendremos que saludar de lejos.

“Estudiar no es lo mismo si no puedes vivir la experiencia universitaria”, detalla en entrevista.

Como alumna foránea en la Ciudad de México, durante la etapa de confinamiento Lotzlly regresó a vivir a casa de sus padres en Hidalgo, donde diariamente se conectaba a diferentes plataformas virtuales, como Zoom o Google Classroom, para sus clases.

Cuenta que la dinámica ha cambiado completamente, puesto que antes acudía en horarios establecidos y tenía contacto directo con sus profesores; ahora, aunque hay quienes sí lo han hecho, muchos docentes no han mostrado interés por adaptar sus contenidos a la modalidad en línea para mejorar la calidad del aprendizaje de sus estudiantes.

También ha faltado organización, ya que, explica, algunos de sus maestros le avisan al grupo que va a haber sesión ese mismo día, apenas con una hora de anticipación, mientras que otros tardan semanas en contestar correos electrónicos y en ponerse en contacto con los jóvenes.

“Extraño estar en clases, a pesar de que había días que sólo tenía una, me la pasaba genial, compartía muchas cosas con mis amigos. Me preocupa que el regreso vaya a ser a una modalidad híbrida, porque el Politécnico no ha aclarado cómo le vamos a hacer para inscribir nuestras materias, sobre todo para aquellos de semestres avanzados. Va a ser muy difícil la organización”, precisa.

También pide homogeneizar las sesiones, de manera que sus profesores utilicen las mismas plataformas. Además, solicita que se estandaricen tanto los horarios como la cantidad y calidad de trabajos y tareas que se les encargan a los estudiantes.

Desde Hidalgo, Lotzlly Azul externa que, como alumna, uno de sus más grandes retos ha sido el de mantener la concentración, ya que se le dificulta más prestar atención cuando se encuentra en su casa que en el salón.

“Al principio yo pensaba que iba a estar más leve y tranquilo pero es lo contrario, me siento más frustrada. No es fácil estudiar la licenciatura en Ingeniería en Mecatrónica de manera virtual, porque la carrera es 70% práctica y 30% teórica. Me frustra no poder tener un gran porcentaje del aprendizaje que sí tendría en clases.

“Antes estábamos acostumbrados a jugar retas y a compartir hasta el agua. Me da tristeza lo que será el nuevo regreso, pero también me da curiosidad. Los mexicanos tendemos a ser muy amistosos y ahora no nos vamos a poder ni saludar”, concluye.

Google News

TEMAS RELACIONADOS