Con el voto de Morena y sus aliados, la Cámara de Diputados aprobó ayer reformas constitucionales que permitirán por vez primera en México la revocación de mandato a nivel federal, además de enmiendas para flexibilizar la realización de consultas populares, tanto locales como federales.

Pese a la relevancia de los cambios —que obtuvieron mayoría calificada de 329 votos, con 153 en contra y dos abstenciones— la oposición conformada por PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano advirtió que ambos mecanismos de participación ciudadana en realidad serán instrumento para afianzar el poder del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La polémica se dio porque se estableció que el Presidente podrá convocar a consulta de revocación —único país del mundo en que el Ejecutivo podrá hacerlo, alertó la oposición—, también podrá hacerlo 33% de alguna de las Cámaras del Congreso o 3% de los ciudadanos en la Lista Nominal de Electores (LNE), es decir, más de 2.7 millones de electores, lo que hará casi nugatorio ese derecho para los ciudadanos.

Además, el artículo reformado establece que el proceso de revocación de mandato del Presidente “tiene como objeto que la ciudadanía decida la permanencia del titular del Poder Ejecutivo”, lo que a decir de los opositores revela el intento de reelección, pues la permanencia no está sujeta a consulta, sólo la revocación: “Se queda o se va el presidente”.

Por eso, la oposición advirtió que se abre la puerta a la reelección, se inaugurará una nueva forma de injerencia del gobierno en las elecciones y se volverá a generar el “efecto López Obrador” en las elecciones intermedias de 2021, es decir, habrá voto en cascada a favor de Morena, pues serán el mismo día la jornada de revocación y la electoral.

“No le saquen a ir solos a las elecciones, necesitan que papá AMLO los cargue”, advirtió Alan Falomir, de MC, pero Morena se defendió: “No mientan, ni siquiera será boleta, será una cédula [de revocación]. ¡Dejen de estar mintiendo!”, aseguró el petista Benjamín Robles.

Al final se estableció que la consulta de revocación de mandato será posible para Presidente y para gobernadores, y en ambos casos será el mismo día de las elecciones intermedias para elegir diputados federales o legisladores locales.

Además, el resultado será vinculante si participan en el proceso revocatorio 25% de la LNE nacional o estatal, umbral que se redujo a propuesta de Morena y único cambio que aceptó.

Sobre la consulta popular a niveles nacional o estatales se fijó que 1% del número de ciudadanos en la Lista Nominal de Electores podrán solicitarla y su resultado será vinculatorio si participa 34% de ese padrón (34.8 millones de ciudadanos en el caso de las nacionales). Podrá haber consultas populares en todo momento y no sólo cuando haya elecciones.

Ambos tipos de consultas, popular o revocatoria, serán organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) y para esta última realizará los cómputos parciales, pero la Sala Superior del Tribunal Electoral emitirá los resultados finales y declaratoria de validez. De revocarse el mandato al Presidente, tendrá efectos al día siguiente.

Los reclamos

El dictamen fue aprobado sin atender a una docena de propuestas de cambio planteadas por PAN, PRI, PRD y MC.

La diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, advirtió que el nuevo lema del presidente López Obrador es: “El pueblo pone y el pueblo quita, pero mientras el Presidente quiera”, pues será más fácil crear un nuevo partido o ser candidato independiente a la Presidencia (para lo que se requieren cerca de 300 mil y un millón de firmas, respectivamente), que convocar a revocación.

Por el PRD, la diputada Norma Azucena Rodríguez cuestionó que la revocación de mandato “tiene trazas de una trampa para garantizar que AMLO aparezca en la boleta de 2021”.

El PRD propuso que la revocación de mandato se justifique, y sólo sea precedente por evidencias de mal gobierno, lo cual es medible por encuestas. PRI y PAN pidieron que la revocación de mandato entre en vigor hasta 2024 y que se realice después del segundo periodo gubernamental, fuera de las elecciones intermedias de diputados, en el caso de revocación de gobernador. No prosperó ningún cambio.

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