El año pasado se registraron 31 mil 174 homicidios en México, cifra 26.9% superior a la reportada un año antes, con lo que se ubica en el nivel más alto del que se tenga registro, superando el anterior máximo de 27 mil 213 asesinatos alcanzados en 2011, de acuerdo con datos preliminares divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Lo anterior significa que se cometieron 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, la tasa más alta de la que se tenga reporte, superando también la relación de 24 crímenes por cada 100 mil personas, cifra de 2011.

Las entidades con el promedio más alto de asesinatos fueron: Colima, con 113 muertes por cada 100 mil habitantes; Baja California Sur, con 91; Guerrero, 71; Baja California, 60; Chihuahua, 59; y Sinaloa, con 53.

Por el contrario, los estados con las tasas de homicidios más bajas fueron: Yucatán, con apenas dos casos por cada 100 mil habitantes; Aguascalientes, con seis; Campeche, ocho; Coahuila, nueve; Tlaxcala, 10; y Querétaro, Hidalgo, Durango y Chiapas, cada uno con 11 asesinatos.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública difundió en enero cifras sobre el récord de homicidios en 2017, sólo que sus datos son a partir de las denuncias ante Ministerio Público.

Ahora el Inegi indica que en 27 de los 32 estados del país el número y tasa de homicidios aumentaron el año pasado respecto a 2016, entre los que destacan Baja California Sur, cuyo número de asesinatos prácticamente se triplicó, al pasar de 238 el año antepasado a 740; el mismo caso se dio en Nayarit, que aumentó de 149 a 462 casos. En Quintana Roo hubo 450 homicidios, es decir 133% más que los 193 registrados un año antes.

Los estados en los cuales bajó el número de homicidios entre 2016 y 2017 fueron Yucatán, con una disminución de 21.9%; Campeche, 18.3%; Durango, 7.9%; Morelos, 5%, y Guerrero, retrocediendo 0.6%. Pese a que el número absoluto de crímenes disminuyó en Guerrero, la tasa de asesinatos sigue siendo una de las más altas en el país.

Entre las principales causas de los homicidios durante el año pasado destaca la agresión con armas de fuego, con 21 mil 318 casos, cifra que representa 68.4% del total. Le siguen en orden de importancia las agresiones con objeto cortante, con 3 mil 840 muertes, y más de 2 mil casos por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación.

Del total de crímenes reportados el año pasado, la mayor parte correspondió a hombres, 89%, es decir 27 mil 771 casos, contra 11% de mujeres, con 3 mil 324 delitos.

Estas cifras se derivan de la información sobre estadísticas vitales captada de los reportes administrativos de defunciones accidentales y violentas, los cuales son generados por las entidades federativas. Contiene informes de 2 mil 127 oficialías del Registro Civil, de 688 agencias del Ministerio Público y de 145 servicios Médico Forense que mensualmente proporcionaron información al Inegi.

A partir de 2015, este instituto capta información de homicidios directamente de los servicios Médico Forense por medio de los certificados de defunción que emiten para las muertes accidentales y violentas. Además, capta datos en las oficialías del Registro Civil sobre defunciones, en este caso de homicidios, a través de actas y certificados de defunción. Esta información se complementa con la proporcionada por los ministerios público mediante cuadernos estadísticos.

 

El aumento en el número de homicidios que se reportan a nivel nacional es coherente con el incremento que ha registrado la percepción de inseguridad que muestran los habitantes de las zonas urbanas del país.

Durante junio de 2018, 75.9% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, de acuerdo con los resultados más recientes del levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Inegi.

Aun cuando el resultado fue ligeramente inferior a 76.8%, índice reportado en marzo de 2018, se mantiene como el segundo nivel más alto del que se tenga registro desde septiembre de 2013, cuando inició esa encuesta.

En el primer semestre, en 17.3% de los hogares de las ciudades en las cuales se levantó la encuesta, al menos un integrante del hogar sufrió robo o asalto en la calle o en el transporte público. Asimismo, 14.1% de los hogares fue víctima de robo parcial de vehículo y en 12.6% de los hogares al menos un integrante del hogar sufrió extorsión.

En junio pasado, 35.1% de los adultos residentes en las ciudades consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal.

Según el ejercicio realizado por el Inegi, 33.2% de la población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, cifra 3.5 y 3.1 puntos porcentuales menor respecto a junio de 2017 y marzo 2018.

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