De acuerdo con Víctor Hugo Espíndola Castro, responsable de análisis del SSN, son más comunes de lo que creemos. “Tenemos registro de sismos que se generaron en la Cuenca del Valle de México desde que se empezaron a registrar instrumentalmente, en particular en la Ciudad de México tenemos bastante sismicidad. Toda la corteza terrestre está llena de fracturas, la Ciudad de México no es la excepción y aunque la actividad sísmica no están cotidiana como en las costas mexicanas, sí existe”.

Para la directora del SSN, Xyoli Pérez Campos, los sismos que llegan a ocurrir en el Valle son intraplaca, pero corticales. “Se llaman así porque ocurren en la corteza superior y están dentro de otra placa que es la de Norteamérica. Generalmente estos sismos se originan a poca profundidad, pero independientemente de si son profundos o someros, lo que importa es la distancia que recorre la onda y los materiales a través de los que viaja”.

Además dice que el tamaño del sismo también depende de la falla que lo origina. Una falla geológica es una fractura en la corteza terrestre. La especialista señala que las localizadas y estudiadas en el Valle de México no alcanzan una longitud suficiente para un sismo grande. Según los registros históricos que se mantienen desde hace casi dos siglos, la magnitud máxima reportada ha sido de entre 3 y 3.4 grados.

 

Sin embargo, Espíndola Castro argumenta que, aunque los sismos por tendencia son de magnitudes muy bajas, los focos poblacionales tan densos en todas las áreas de la ciudad ocasionan que los movimientos sean evidentes, pero debemos estar alerta porque “no quiere decir que no pueda ocurrir un sismo de magnitudes más levadas”.

SISMO Magnitud 1.8 Loc. 4 km al SUROESTE de IZTACALCO, CDMX 14/09/18 11:20:13 Lat 19.38 Lon -99.13 Pf 1 km

— Sismológico Nacional (@SSNMexico) 14 de septiembre de 2018

En promedio, de acuerdo con el responsable de análisis del SSN, en la Ciudad de México ocurren al año seis sismos, sin embargo "hay meses en los que puede aumentar un poco más la actividad sísmica de alguna zona”.

¿Los sismos de magnitud de 8.2 o el 7.1 de septiembre 2017 pudieron provocar el aumento de la sismicidad en la zona?
"Es posible que con estos sismo se hayan detonado (la actividad) pero tarde o temprano iban a ocurrir. Sin lugar a dudas ya había ahí energía suficiente para que ocurriera ese pequeñísimo temblor. En algunas ocasiones se ha observado que a la ocurrencia de un sismo de magnitud considerable, localmente empiezan a haber pequeños sismos, pero es de regiones donde ya está la actividad y sólo se les dio un empujón; es decir si no hubiera ocurrido ayer, hubiera ocurrido dentro de 15 días, regularmente así es", afirma el experto.

Espíndola Castro dice que el suelo de la Ciudad de México es bastante especial y está sujeto a muchos cambios. “Nuestro suelo le da a las ondas sísmicas que llegan efectos muy singulares, en algunos lugares las amplifican o les da mayor aceleración.

Por otra parte, Luis Quintanar Robles, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, afirma que “en la parte oriente del Valle, además de las fallas, se suma el fenómeno de subsidencia, el hundimiento del terreno que proviene de las extracciones de agua. Esto crea oquedades que al colapsarse también pueden producir sismos”.

Espíndola Castro finaliza diciendo que “vivimos en una Ciudad muy vulnerable, en cuento a cuestiones climáticas y sísmicas, como ya lo hemos visto, no es ninguna novedad. No es cuestión de la suerte, escogimos vivir en una zona difícil y vivir aquí con seguridad tiene sus costos, ya sea como sufrir las catástrofes o costos en cuestiones monetarias porque edificar viviendas seguras en este tipo de suelo no es barato. Debemos estar tranquilos para poder tomar mejores decisiones y siempre consultar fuentes fiables”.

bbg

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