Dubai.—Arabia Saudita confirmó ayer la muerte del periodista Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul, informó la agencia oficial de noticias SPA.

Funcionarios turcos creen que fue asesinado en el edificio. Arabia Saudita había negado previamente las acusaciones y dicho que Khashoggi había abandonado la dependencia diplomática poco después.

La muerte del periodista, quien se encontraba desaparecido desde el 2 de octubre, ocurrió como consecuencia de una pelea a puñetazos, según explicó la agencia citando una investigación preliminar realizada por fiscales sauditas y sin dar precisiones sobre los motivos de la riña.

“Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul (...) degeneraron en una pelea, que provocó su muerte”, indicó SPA, citando a la fiscalía.

“Las investigaciones aún están en curso y 18 ciudadanos sauditas han sido arrestados”, dijo un comunicado la fiscalía pública local, que agregó que el asesor de la corte real Saud al-Qahtani y el subjefe de inteligencia Ahmed Asiri fueron despedidos de sus cargos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que considera creíbles las explicaciones de Arabia Saudita sobre la muerte de Khashoggi.

A un periodista que le preguntó ayer si consideraba “creíble” la versión de Riad, Trump respondió: “Sí, sí”, para luego añadir: “Es pronto, no hemos terminado nuestra revisión ni nuestra investigación”.

En tanto, la Casa Blanca dijo ayer que el gobierno de Estados Unidos está “entristecido”, luego de que se confirmara que la muerte de Kha-shoggi, pero no hizo mención de acciones en contra de Riad.

La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Washington “seguirá de cerca las investigaciones internacionales sobre este trágico incidente. Estamos entristecidos al conocer la confirmación de la muerte de Khashoggi y ofrecemos nuestras sentidas condolencias a su familia, su prometida y amigos”.

Trump ha enviado mensajes contradictorios en torno al caso del periodista: primero advirtió de una severa respuesta de Washington y luego dijo que su país quiere mantener su cercana relación con el reino, del que resalta el apoyo a la lucha antiterrorista.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo ayer que está “profundamente preocupado” por la confirmación. Pidió que “los responsables rindan cuentas plenamente” de sus actos por la muerte del periodista saudita.

El periodista vivía desde el año pasado en EU por miedo a represalias por sus críticas y escribía una columna para The Washington Post.

El rey Salman también ordenó la formación de un comité ministerial encabezado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman para reestructurar la agencia de inteligencia, reportó la prensa estatal.

Buscan cooperación.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan conversó ayer por teléfono con el príncipe Salman sobre el periodista saudita, informó la oficial agencia noticiosa Anadolu.

Durante la conversación, los dos líderes enfatizaron la importancia de la cooperación plena y en las investigaciones del caso, y compartieron información sobre la indagatoria conjunta que los dos países llevan a cabo, indicaron fuentes presidenciales citadas por Anadolu.

El periodista visitó el consulado de su país en Estambul el 2 de octubre para recoger unos documentos que le permitirían casarse con su novia turca, y ya no se le vio salir.

Turquía dijo ayer que no había compartido grabaciones de audio que supuestamente documentan el asesinato de Khashoggi en el consulado, descartando los reportes de que las había pasado a Estados Unidos.

El periódico turco Yeni Safak publicó lo que dijo que eran detalles del audio, incluyendo que “torturadores le cortaron los dedos a Khashoggi durante un interrogatorio y luego lo decapitaron y lo desmembraron”.

Además del consulado, los expertos forenses turcos buscan posibles restos del escritor en un bosque y una ciudad cercana, según se informó.

arq

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