Caracas.— Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, controlada por la oposición, se declaró dispuesto a encabezar un gobierno interino si el pueblo y la Fuerza Armada lo apoyan, y convocó a una protesta en todo el país para exigir el fin del régimen de Nicolás Maduro.

“Convocamos al pueblo a la calle, el 23 de enero, a una gran movilización en todos los rincones de Venezuela”, dijo Guaidó durante un cabildo abierto a las puertas de la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Caracas, donde volvió a acusar a Maduro de “usurpador” por haber asumido un segundo mandato después de las elecciones (en mayo de 2018), que tanto la oposición como distintos países tacharon de fraude.

Guaidó se cuidó de decir que se asume como presidente interino, pese a que 2 mil asistentes al evento coreaban: “¡Asume! ¡Juraméntate!”. Las leyes venezolanas marcan que en caso de ausencia de presidente, y en lo que se realizan elecciones, la presidencia interina la ocupa el líder de la Asamblea Nacional (AN). El gobierno de Maduro declaró en desacato a la Asamblea y no reconoce sus decisiones.

Guaidó advirtió que un decreto de la Asamblea no basta. En el pasado, la oposición ya intentó sacar a Maduro del poder vía referéndum revocatorio, consagrado en la Constitución, pero no lo consiguió. Por ello, al plantear lo que llamó “ruta para la libertad”, pidió apoyo. “Debe ser el pueblo de Venezuela, la Fuerza Armada, la comunidad internacional [lo] que nos lleve a asumir el mandato que no vamos a escurrir, que vamos a ejercer”.

Luego, añadió: “Me apego al artículo 233, 333 y 350 [de la Constitución] para convocar a elecciones libres y la unión del pueblo, Fuerza Armada y comunidad internacional para lograr el cese de la usurpación” y para “lograr la conformación efectiva del gobierno de transición”.

El discurso tuvo reiterados llamados a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para que respalde las acciones de la Asamblea Nacional, la cual, según diputados y un documento que revisó la agencia noticiosa Reuters, ofrecería un proyecto de ley con garantías para militares y funcionarios que desobedezcan a Maduro y colaboren en el proceso de transición venezolano.

La iniciativa es discutida por los principales partidos de oposición.

Maduro desestimó las acciones de la Asamblea y aseguró que continuará ejerciendo sus funciones presidenciales, pese al desconocimiento de una buena parte de la comunidad internacional, incluyendo la Organización de los Estados Americanos (OEA) y 13 de los países del Grupo de Lima (excepto México). “Allá ellos con su show... Yo seguiré cumpliendo mis funciones para las que ustedes me eligieron, con firmeza, con valentía”, dijo a periodistas en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.

Por su parte, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, amenazó con encarcelar a Guaidó, al que acusó de querer desestabilizar al país. “Guaidó, ya te acomodé la celda... espero que nombres rápidamente a tu gabinete para saber quiénes te van a acompañar”, tuiteó.

Un grupo de tenedores de bonos venezolanos dijo que no negociará sus pagos pendientes con el gobierno de Maduro.

En Washington, y pese a que Guaidó no se declaró presidente interino, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, saludó la asunción del presidente de la Asamblea Nacional venezolana y le dijo que “tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del pueblo de Venezuela”.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, insistió en un comunicado en el que Estados Unidos “no reconoce la toma de posesión ilegítima del dictador Nicolás Maduro”, y externó apoyo a la Asamblea Nacional venezolana.

arq

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