San Diego.— Veinticinco inmigrantes, incluyendo dos adolescentes, fueron detenidos ayer durante un intento masivo de cruce ilegal en la frontera entre Tijuana, México, y San Diego, California, informaron las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadounidense.

Antes de la medianoche, integrantes de un grupo de 150 personas escalaron la barda que divide ambos países, pero, ante la presencia de agentes fronterizos estadounidenses, cerca de un tercio de ellos regresó hacia suelo mexicano. De las personas que ingresaron a Estados Unidos 25 fueron detenidas, dijo la CBP.

Un fotoperiodista de una agencia internacional que se encontraba en la colonia Terrazas de Mendoza, en la entrada del área de Playas de Tijuana donde inicia el muro, documentó cuando los migrantes —principalmente jóvenes centroamericanos— se acercaron al muro y comenzaron a gritar a oficiales estadounidenses del otro lado de la frontera.

“Eran como las ocho de la noche y unos empezaron a gritar: ‘Déjenos cruzar, déjenos cruzar, nada más queremos cruzar’”, dijo el fotógrafo que gritaban. “Tiraron la primera bomba de gas, sólo estábamos yo y otro compa, pero volvieron a tirar otras y salieron a otro punto en el Cañón de Los Laureles”, añadió.

LA CBP argumentó que migrantes lanzaron piedras contra los oficiales que custodiaban la zona cuando algunas personas intentaban cruzar niños por encima de la barda fronteriza y que por ello tuvieron que usar gas lacrimógeno, humo y gas pimienta. Sin embargo, otro fotoperiodista que también documentó el incidente describió que los migrantes lanzaron las rocas después de que los oficiales de CBP lanzaron el gas lacrimógeno.

“Ningún agente observó a ninguno de los inmigrantes en la línea divisoria, incluyendo a los niños, experimentando algún efecto derivado de los químicos, que eran dirigidos hacia quienes arrojaban piedras a distancia”, señaló la CBP, que añadió que su Oficina de Responsabilidad Profesional investigará lo sucedido.

Esta es la segunda vez en los últimos meses que agentes federales recurren al uso de gas lacrimógeno para dispersar a inmigrantes que intentan cruzar por la fuerza hacia EU.

Fin del sueño americano.

El número de migrantes indocumentados que murieron al tratar de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en 2018 alcanzó los 376, de acuerdo con Missing Migrant Project, un grupo que rastrea las muertes de migrantes en todo el mundo.

Entre el 1 de enero y el 21 de diciembre fallecieron 376 migrantes en la zona fronteriza, menos que en 2017, cuando murieron 415. De los 376, 90 se presume procedían de Sudamérica y el Caribe, 100 de Centroamérica y dos de Asia; se desconoce el origen de los 184 restantes.

Más de la mitad falleció al tratar de cruzar la frontera por el sureste de Texas, entre Laredo y Brownsville, y los condados al norte, y 48 de esas muertes ocurrieron en Brooks, que se encuentra 130 kilómetros al norte de la frontera entre Texas y México, y que se ha vuelto el área más mortal para los migrantes.

arq

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