Estados Unidos e Irán mantienen el tono de la retórica belicista al máximo nivel, en medio de crecientes temores de que se desate un conflicto internacional.

El presidente estadounidense Donald Trump advirtió ayer vía Twitter que “si Irán ataca a cualquier ciudadano o blanco estadounidense, Estados Unidos responderá rápida y totalmente, quizá de forma desproporcionada”. El sábado había señalado tener en la mira 52 blancos iraníes.

También aludió a las críticas de los demócratas por no haber notificado al Congreso de la decisión de matar al general Qassem Soleimani, líder de las Fuerzas Quds, un grupo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, y dijo que su tuit debería servir como aviso. “Tal notificación legal no es requerida, pero la damos de todos modos”, añadió.

Con el tuit, Trump respondió a las amenazas de Irán de que vengará la muerte, el pasado viernes en Irak, de Soleimani. El régimen iraní hizo alusión al tema de los “52 blancos” con su propia advertencia: “Trump: ¿Usted tuiteó que atacará 52 objetivos en Irán?”, cuestionó Mohsen Rezai, excomandante de los Guardianes de la Revolución. Y añadió: “¿Usted tuiteó que atacaría de nuevo si Irán se venga? Tenga por seguro que Irán reducirá [entonces] a Haifa y a los centros [urbanos] israelíes a polvo, de forma que Israel quedaría eliminada de la faz de la Tierra”.

El país anunció además que dejará de cumplir con las restricciones del pacto nuclear de 2015 en cuanto al enriquecimiento de uranio —elemento indispensable para fabricar un arma nuclear—, aunque aclaró que cooperará con la agencia de supervisión atómica de Naciones Unidas.

El gobierno dijo que “a causa” de su decisión sobre las centrifugadoras, “ya no queda ningún obstáculo que dificulte el programa nuclear de la República Islámica en el plano operativo”, ya se trate de la “capacidad para enriquecer [uranio], del nivel de enriquecimiento, de la cantidad del material enriquecido o de la investigación y el desarrollo”. El programa nuclear, insistió, “ se desarrollará únicamente con base a las necesidades técnicas del país”.

Hasta ahora Irán había indicado que necesitaba enriquecer uranio en torno a 5% y no más, un nivel suficiente para producir el combustible necesario para la electricidad en una central nuclear. El gobierno reiteró que está dispuesto a dar marcha atrás en cualquier momento.

Con la tensión al máximo, el diputado iraní Abolfazi Abutorabi dijo que el país está en condiciones de lanzar un ataque en suelo estadounidense. “Podemos atacar la mismísima Casa Blanca, podemos responderles en suelo estadounidense. Tenemos el poder y responderemos en el momento apropiado”, dijo en una sesión en el Parlamento, de acuerdo con la agencia noticiosa Labour.

“Esta es una declaración de guerra; si dudas, pierdes”, añadió Abutorabi. “¿Cuando alguien te declara la guerra quieres responder a las balas con flores? Te dispararán a la cabeza”, remató.

En los funerales que se iniciaron ayer en Irán para Soleimani, incluso hubo un organizador que se atrevió a lanzar una propuesta: recabar un dolar por cada iraní, y ofrecer ese dinero como recompensa por la cabeza de Trump.

“Irán tiene una población de 80 millones de habitantes. Con base en la población del país, queremos obtener 80 millones de dólares, lo que será recompensa para aquellos que se acerquen a la cabeza del presidente Trump”, dijo el organizador, de acuerdo con la traducción de un video del funeral difundido en redes sociales y retomado por medios como el británico Daily Mail.

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