Alemania sufrió uno de los mayores ataques informáticos de su historia, que ha afectado a cientos de políticos, incluida la canciller Angela Merkel, y a otras numerosas figuras públicas, como artistas y periodistas, informó ayer el gobierno germano, que lo calificó de un acto “grave” contra las instituciones democráticas.

“Como se ha sabido, se han publicado indebidamente datos personales de políticos y personalidades de la vida pública. El caso afecta a diputados del Bundestag y a elementos de parlamentos regionales, de la Eurocámara y a políticos municipales”, dijo la viceportavoz del gobierno, Martina Fietz.

Según un portavoz del Ministerio de Interior, Sören Schmitz, la dimensión de la acción no se conoció de inmediato, aunque la publicación de los datos se había iniciado antes de Navidad en una cuenta de Twitter, con cerca de 17 mil seguidores y en formato digital del tradicional calendario de Adviento.

Hasta el momento no se ha detectado que los hackers, todavía no identificados, hayan difundido datos políticamente sensibles del gobierno, pero sí han publicado parte de la correspondencia de Merkel, así como comunicaciones de otros políticos. Las redes del gobierno, por lo que se sabe, no se han visto afectadas, indicó la Oficina Federal para la Seguridad Informática (BSI).

Según la administración, es posible que buena parte de los datos sean auténticos, pero también se ha detectado información falsificada. El gobierno dijo que se tomaba este caso “muy en serio” y la ministra de Justicia, Katarina Barley, denunció un “grave ataque”.

El Ministerio del Interior indicó que resultaron víctimas del ataque los principales partidos alemanes, desde los demócrata-cristianos hasta los Verdes, con la excepción de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania.

Además de datos de diputados en el Bundestag y en los parlamentos regionales, el diario Bild señaló que se ha difundido información de cientos de políticos, entre ellos también el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, así como de artistas, periodistas de la televisión pública y representantes de ONG.

Los casos más notables fuera de la política son los del periodista deportivo Hajo Seppelt, quien destapó el escándalo del dopaje sistemático en Rusia, y el del humorista Jan Böhmermann, quien generó en su momento tensiones diplomáticas entre Alemania y Turquía por una sátira contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Entre los datos del humorista Bohmermann publicados en la redes sociales hay fotos de sus hijos. También hay músicos afectados, como los raperos Marteria y Casper.

bft

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