San José.— Con una creciente inquietud regional ante el incesante flujo de venezolanos, empujados por la profunda crisis política y socioeconómica que se vive en su país, emisarios de alto rango de Colombia, Brasil y Perú iniciaron ayer una cita urgente de dos días en la capital colombiana.

El encuentro tiene como objetivo enfrentar uno de los movimientos masivos de población más numerosos en la historia de América Latina y el Caribe.

Con cifras de una diáspora que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e instituciones especializadas internacionales, ya superó los 2 millones de personas, las fronteras de ese país con Brasil y Colombia sufren una emergencia humanitaria. En una crisis similar están los pasos terrestres de Colombia con Ecuador y Perú.

Un informe que entregó a EL UNIVERSAL la Dirección General de Migración Colombia señala que desde el pasado 18 de agosto —fecha en la que Ecuador y Perú empezaron a solicitar pasaporte con al menos seis meses de vigencia a los ciudadanos venezolanos—, disminuyó “el paso de estos extranjeros por los puestos de control” en suelo colombiano.

Sin embargo, aumentó “el cruce irregular por la frontera”, señala el documento, sin dar datos.

Un problema de los venezolanos es que, por costos económicos y otras causas, no pueden acceder a pasaportes.

El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó este mes que el éxodo venezolano es uno de los movimientos de población masivos más grandes en la historia de América Latina.

Un asunto regional. En el marco de la reunión, el director General de Migración Colombia, Christian Krüger, subrayó que “es un problema de la región y como tal debemos abordarlo” y agregó que la “solución no es cerrar fronteras”.

“El éxodo de ciudadanos venezolanos no es un problema exclusivo de Colombia, de Perú, de Ecuador o de un solo país”, afirmó.

Los venezolanos, añadió, “no están dejando su país por gusto, sino como consecuencia de una serie de políticas de expulsión generadas por [el gobierno del presidente de Venezuela] Nicolás Maduro. Exigirle pasaportes a una nación que no cuenta con ellos y cuyo gobierno no facilita la expedición de este documento es incentivar la irregularidad”, indicó el funcionario colombiano. “Por eso, debemos buscar modelos comunes que permitan tener una migración identificada, ordenada y segura en la región”, dijo, al exhortar a los venezolanos a que “respeten la normatividad migratoria de cada país” y eviten exponer “su integridad en este tipo de travesías. La topografía y el clima de la región son inclementes y pueden llegar a costarles la vida”.

Los tres gobiernos revisarán el tratamiento que dan a los venezolanos en educación, salud, trabajo y regularización migratoria, para definir estrategias conjuntas.

Por su parte, la organización civil Amnistía Internacional instó al gobierno de Perú a permitir el ingreso de los venezolanos, aunque no cuenten con pasaporte.

Colombia deja UNASUR.

El gobierno de Colombia anunció ayer su retiro de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), decisión que se hará efectiva dentro de seis meses, al considerar que ese organismo ha sido cómplice del régimen de Maduro.

“No podemos seguir siendo parte de una institución que ha sido el más grande cómplice de la dictadura de Venezuela”, indicó en un comunicado el presidente Iván Duque.

El bloque fue creado en 2008 por el fallecido Hugo Chávez para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región. Desde abril pasado Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú habían anunciado que dejarían de participar por tiempo indefinido en UNASUR.

***Con información de Reuters

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