Sonriendo y tomados de la mano, el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se reunieron la mañana de este viernes en la zona desmilitarizada entre ambos países, en la primera cumbre de las dos Coreas en más de un década.

La cita, cuyo objetivo es poner fin a su conflicto de décadas y aliviar las tensiones sobre el programa de armas nucleares de Pyongyang, llega semanas antes de que Kim se reúna con el presidente estadounidense, Donald Trump, encuentro que aún no tiene fecha ni sede.

Ambos se saludaron en la línea de demarcación militar a las 09:30 hora local (19:30, tiempo de México), con lo que Kim se convirtió en el primer líder norcoreano que pisa suelo surcoreano desde la Guerra de Corea (1950-1953). “Estoy feliz de conocerlo”, dijo Moon a Kim. En un gesto no planificado, el líder norcoreano invitó a su par surcoreano  a cruzar brevemente la línea hacia Corea del Norte; luego, volvieron a territorio del sur tomados de la mano.

Ambos recibieron flores de un niño y una niña de Corea del Sur, residentes de un pueblo situado en la zona desmilitarizada. Al caminar sobre una alfombra roja desplegada para los dos jefes de Estado, la pareja se encontró con una guardia de honor surcoreana vestida con trajes históricos y que tocaba música tradicional.

El líder norcoreano firmó el libro de visitas en la Casa de la Paz de Corea del Sur  en el que escribió: “Una nueva historia comienza ahora. Una era de paz, desde el punto de partida de la historia”, junto con la fecha y su firma.

Posteriormente, ambos mandatarios iniciaron una reunión privada en la Casa de la Paz, escenario de varios   encuentros intercoreanos. Kim destacó su voluntad de lograr “la paz y la prosperidad” en la península a través de una mejora de las relaciones intercoreanas, y apostó por “no tener que volver a la situación anterior” de confrontación.  Insistió en su voluntad de dialogar “con sinceridad y candidez” para lograr “buenas discusiones y resultados”, y prometió que “la no implementación de lo acordado no volverá a suceder”, en una aparente alusión a pactos alcanzados entre ambos países, como el de 1992 sobre desnuclearización de la península.

Tras la primera parte del diálogo, los líderes se tomaron un receso, durante el cual almorzaron por separado; se preveía que luego sembraran un árbol y regresaran a las negociaciones, para terminar con una cena. Los temas principales del encuentro, se informó previamente, eran  la desnuclearización de la península, el mantenimiento del diálogo bilateral y la paz permanente entre dos países que siguen técnicamente enfrentados desde el final de la Guerra de Corea.

Está previsto que al culminar hoy el encuentro los líderes firmen un acuerdo y hagan un anuncio. En Washington, la Casa Blanca  difundió un comunicado señalando que “estamos esperanzados de que las pláticas logren avances hacia un futuro de paz y prosperidad para la península de Corea”.

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