El primer ministro conservador japonés, Shinzo Abe,obtuvo este domingo una amplia victoria en las elecciones legislativas anticipadas, según los primeros sondeos, tras una campaña centrada en la amenaza de Corea del Norte.

La coalición liderada por el partido conservador de Abe logró dos tercios de la Cámara Baja, según estimaciones de la cadena televisiva estatal NHK.

La coalición, integrada por el Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) de Abe y el partido Komeito (centro derecha), obtiene al menos 310 de los 465 escaños en disputa, indicó NHK.

Antes, según estimaciones de la cadena privada TBS, basadas en los sondeos a pie de urna difundidos después de las 20:00 locales (11:00 GMT), se indicó que la coalición conseguiría 311 escaños.

En el poder desde finales de 2012, después de un primer ejercicio fallido en 2006-2007, Abe podría mantenerse al mando hasta 2021, y convertirse así en el político que más tiempo ha ocupado el cargo de primer ministro en su país.

Antes de las elecciones, su coalición gubernamental contaba con 318 escaños en la cámara baja del Parlamento, pero una serie de escándalos socavaron su imagen y trajeron consigo el riesgo de una derrota en unas legislativas inicialmente previstas para dentro de un año.

Así, Abe decidió el mes pasado convocar elecciones anticipadas, aprovechando que la oposición se encuentra muy fragmentada.

Con su cómoda mayoría, Abe conseguirá todavía más legitimidad en su firmeza respecto a Corea del Norte, que ya ha lanzado dos misiles por encima del archipiélago nipón. Abe es favorable a la posición de su aliado estadounidense, consistente en mantener "todas las opciones" sobre la mesa, incluyendo la militar.

"Mi tarea inminente es actuar con firmeza respecto a Corea del Norte. Para ello, se necesita una diplomacia fuerte. Quiero reforzar nuestra potencia diplomática después de la confianza que hemos obtenido", declaró a la televisión el domingo por la noche.

Tras una breve campaña de 12 días, la jornada electoral transcurrió este domingo entre inmensas trombas de agua y fuertes ráfagas de viento, mientras se acercaba al archipiélago el tifón Lan, procedente del suroeste, con vientos de hasta 216 kilómetros por hora en el océano Pacífico.

Por ello, más de 380 vuelos, desde y hacia Japón, fueron anulados este domingo, y varios trenes y ferris fueron suprimidos en el oeste.

Aunque estas duras condiciones meteorológicas no perturbaron la logística de los comicios, si se afirma que podrían haber favorecido la abstención. A las 19:30 (10:30 GMT), la participación era de 31,82%, frente al 32,72% en las anteriores legislativas, en diciembre de 2014.

Esta participación no tiene en cuenta sin embargo los votos por correo, que en Japón son posibles varios días antes de los comicios. Unos 21,4 millones de electores, de los cerca de 100 millones que son llamados a las urnas, votaron antes de este fin de semana, un récord, anunció el domingo el gobierno.

El Partido de la Esperanza (derecha) de la carismática gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, habría obtenido 50 escaños, según TBS. Es decir, menos que la otra principal formación de la oposición, el Partido Demócrata Constitucional, que alcanzaría a los 58 diputados.

"Creo que el resultado será muy severo", declaró Koike el domingo tras los primeros sondeos realizados a pie de urna, desde París, donde se encontraba para asistir a una conferencia internacional de alcaldes comprometidos en la lucha contra la contaminación atmosférica.

La líder de derecha, de 65 años, que fuera una conocida periodista de televisión, fue ministra con Abe y comparte su nacionalismo, pero su decisión de no presentarse personalmente a las elecciones la hizo caer en los sondeos.

La coalición de Abe estaría, pues, en posición de mantener su mayoría de dos tercios en la cámara baja, como ya ocurre en el Senado.

Se trata de una condición necesaria para convocar un referéndum sobre un cambio de la Constitución pacifista, dictada en 1947 por Estados Unidos tras la rendición de Japón al término de la Segunda Guerra Mundial y cuyo artículo 9 establece la renuncia "para siempre" a la guerra.

Un deseo caro a los nacionalistas japoneses que apoyan a Abe. Sin embargo, éste no se mostró demasiado presuroso, este domingo por la noche, por cambiar la Constitución, priorizando la idea de alcanzar un consenso lo más amplio posible.

"No preveo proponer [la enmienda] únicamente con la coalición en el poder. Intentaremos tener el apoyo del mayor número [de diputados] posible", declaró, esperando poder "hablar" sobre este tema con el Partido de la Esperanza y otras formaciones.

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