Dos atacantes suicidas irrumpieron el domingo en una concurrida iglesia cristiana en el suroeste de Pakistán, matando al menos a nueve personas e hiriendo a hasta 56, dijeron funcionarios, en el último ataque reivindicado por Estado Islámico en el país.

Guardias policiales estacionados en la entrada de la iglesia y en su techo abatieron a uno de los atacantes, pero el segundo detonó el chaleco cargado de explosivos que llevaba fuera del salón de oración justo después de que comenzaran los servicios religiosos en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, comentó Sarfraz Bugti, ministro del Interior provincial.

El jefe policial provincial, Moazzam Jah, señaló que había unos 400 fieles en el templo para un servicio previo a la Navidad. La cifra de víctimas podría haber sido mucho mayor si los atacantes hubieran podido entrar hasta dentro del santuario, aseguró.

Jah indicó que el templo, la Iglesia Metodista Bethel Memorial, estaba en alerta, ya que los lugares de oración cristianos suelen ser objetivo de los extremistas islámicos durante la temporada navideña. Otro portavoz policial, Abdur Razaq Cheema, dijo que dos atacantes escaparon del lugar."Matamos a uno de ellos y el otro se inmoló después de que la policía le hiriera", añadió.

Estado Islámico se atribuyó el ataque, según indicó la agencia de noticias del grupo, Amaq, en un comunicado en internet, aunque no aportó pruebas para respaldar su afirmación.

Kal Alaxander, de 52 años, estaba en el lugar con su esposa y dos hijos cuando ocurrió el ataque. "Estábamos en los servicios cuando escuchamos una fuerte explosión", dijo a Reuters. "Entonces hubo un tiroteo. La puerta de madera del salón de oración se rompió y cayó sobre nosotros (...) Escondimos a las mujeres y los niños bajo los pupitres".

Los cristianos paquistaníes, que suman cerca de dos millones en un país de más de 200 millones de habitantes, han sido objeto de varios ataques en los últimos años.

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