San José.— Una semana después de que el ex presidente peruano Alberto Fujimori perdió un indulto que recibió por problemas de salud y quedó expuesto a volver a prisión, su hija, Keiko, fue encarcelada ayer por 10 días como presunta jefa de un aparato criminal de blanqueo de dinero, en un escándalo que estremece a Perú por corrupción política conocido como “Caso Cocteles” y ligado a la red de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

A petición de la Fiscalía de Lavado de Activos, el juez Richard Concepción, jerarca del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Sala Penal Nacional, de Lima, ordenó una prisión provisional de 10 días por riesgo de fuga para la hija del ex mandatario por supuesto blanqueo de capitales al organizar cocteles para recaudar fondos en su campaña de 2011 por la presidencia de Perú.

De 43 años y lideresa del opositor partido Fuerza Popular, el principal de Perú, la mayor de los hijos —dos mujeres y dos hombres— del ex gobernante fue enviada luego a una sede policial en la capital peruana.

“Me han detenido sin fundamentos jurídicos”, tuiteó Keiko, quien dijo ser blanco de una “persecución” política. 

arq

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