El plan de “tolerancia cero” hacia los inmigrantes indocumentados que traten de cruzar hacia Estados Unidos conllevará con total seguridad a un aumento de las separaciones familiares. En un discurso de presentación de una política de nuevo endurecimiento antiinmigrante de la administración Trump —anunciada hace un mes, pero que se empezará a aplicar desde ahora— el fiscal general, Jeff Sessions, advirtió que “no va a tolerar” que EU “sea invadido”, y prometió parar la “estampida y anarquía” en las llegadas de inmigrantes.


“Si cruzas la frontera ilegalmente te procesaremos. Es así de simple”, anunció Sessions, en una política en la que aunarán esfuerzos el Departamento de Justicia y de Seguridad Nacional de EU. Sessions estuvo en la frontera con México en San Diego, California, junto al titular del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Thomas Homan.


En los últimos meses, casi una de cada cuatro detenciones en la frontera era de unidades familiares. Con la nueva política de endurecimiento, el enjuiciamiento de los adultos y su entrada en el proceso judicial obligará a la separación de sus hijos, al menos mientras enfrentan sus acusaciones e incluso esperan dentro de la cárcel su sentencia.  “No queremos separar familias, pero tampoco queremos familias que vengan a la frontera ilegalmente e intenten entrar a nuestro país”, detalló el fiscal general estadounidense; sin embargo, no tuvo reparo en culpar a los padres que intenten cruzar la frontera con sus hijos de que los agentes policiales tengan que separarles de ellos.
“Si no te gusta eso [que separen familias], entonces no pases niños de contrabando por nuestra frontera”, dijo Sessions. Las organizaciones de derechos humanos y proinmigrantes no tardaron en criticar al gobierno de Trump Para Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en EU, “la idea de que los niños puedan ser protegidos separándoles de sus familias desafía toda lógica y humanidad”. Calificó la política de “monstruosa”. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) interpuso una demanda.


La medida también fue criticada por congresistas demócratas. “Criminalizar a padres que buscan protección para ellos y sus hijos es inhumano, excesivamente castigador, y puede interferir deliberadamente con su habilidad para buscar asilo”, se quejó Bennie Thompson, legislador por Misisipí. El número de inmigrantes detenidos en la frontera entre EU y México subió 223% en abril pasado con respecto al mismo mes del año anterior, al registrarse la detención de 50 mil 924.  En lo que va de año fiscal (del 1 octubre de 2017 al 30 de abril de 2018), más de 26 mil menores han sido detenidos en la frontera sur, de los que casi la mitad procede de Guatemala (12 mil 459), seguidos por los originarios de México (6 mil 151) y Honduras (4 mil 624).

Google News

TEMAS RELACIONADOS