A pesar de que los cruces van a la baja, la frontera entre México y Estados Unidos continúa siendo una de las más letales del mundo para el migrante sin papeles, afirma la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).

En 2017 el número de personas que murieron en esa parte del mundo aumentó por cuarto año consecutivo.

El Centro de Análisis de Datos de Migración Global de la OIM contabilizó 412 migrantes fallecidos el año pasado, un aumento de 3% respecto de los 398 de 2016. En 2015 fueron 339 y en 2014, 307. Del total de las víctimas en 2017, 269 fueron hombres, 22 mujeres, cinco niños y el resto se encontraron en condiciones irreconocibles.

De aquellos que fue posible identificar la nacionalidad, 77 eran mexicanos, 21 guatemaltecos, 15 salvadoreños, 14 hondureños, cuatro ecuatorianos y dos nicaragüenses, dos panameños y dos brasileños.

La mayoría de las muertes están asociadas a accidentes y a la exposición prolongada de los ambientes extremos de la frontera, en donde a menudo las temperaturas rebasan los 40 grados; sólo cinco muertes estuvieron relacionadas a incidentes con violencia.

Julia Black, experta del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM, considera que el incremento de las muertes podría estar asociado a que los migrantes están tomando rutas más remotas y riesgosas en su intento por evadir a las autoridades fronterizas.

“Además nos preocupa el hecho de que el número de muertes aumenta a pesar de que hay una disminución de los arrestos fronterizos”, dice la investigadora a EL UNIVERSAL.

La Patrulla Fronteriza de EU reportó el año pasado la aprehensión de 341 mil 84 migrantes en su frontera sur, por debajo de las 611 mil 689 personas detenidas en 2016.

Otra tendencia inquietante identificada el año pasado es el aumento de las muertes registradas en la frontera con Texas, que en conjunto con Arizona concentran el mayor número de casos.

La entidad del suroeste contabilizó 191 muertes en 2017, lo que representó un incremento de 26% en comparación con las cifras del año previo.

La organización sostiene que esto se debió, en parte, a las intensas lluvias registradas a principios de año, las cuales dificultaron el cruce al incrementar la profundidad, el caudal y la fuerza de la corriente del Río Bravo.

El Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM, con sede en Berlín, comenzó sus actividades a finales de 2013.

Las estadísticas en suelo estadounidense provienen principalmente de la Patrulla Fronteriza y de los condados fronterizos, mientras que en México, ante la falta de datos gubernamentales, tiene su origen en redes sociales y medios informativos locales.

“Debido a lo difícil que resulta acceder a la información, es muy probable que nuestros datos estén incompletos y el número real de personas que pierde la vida en la frontera entre EU y México sea mucho mayor”, sostiene Black.

“Hay que tener en cuenta que muchas personas están recurriendo a áreas cada vez más remotas en su intento por no ser detectadas, de allí que en muchas ocasiones sólo encuentran cadáveres o cuerpos en descomposición. Esto complica su identificación. Es una gran tragedia”, subraya.

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