Tayyip Erdogan realizó el lunes la primera visita de un presidente turco al Vaticano en 59 años, ocasión en la que discutió con el Papa Francisco sobre el estatus de Jerusalén, mientras en las cercanías tenían lugar reyertas entre la policía y manifestantes.

La policía, que cerró el centro de la ciudad para la visita, dijo que dos personas fueron detenidas después de que manifestantes que participaban en una protesta autorizada a varias cuadras trataron de pasar los cordones de seguridad y acercarse al Vaticano.

En un gesto recíproco tras una visita del Papa Francisco a Turquía en 2014, Erdogan conversó en privado con el Sumo Pontífice durante cerca de 50 minutos.

El Vaticano informó en un comunicado que las conversaciones incluyeron "el estatus de Jerusalén, remarcando la necesidad de promover la paz y la estabilidad en la región (Oriente Medio) a través del diálogo y la negociación, con respeto a los derechos humanos y la legislación internacional".

Tanto el líder turco como el Papa Francisco se han opuesto a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, que muchos aliados de Washington dicen que podría arruinar los esfuerzos de paz en Oriente Medio.

Al final de la parte privada de la reunión, el Papa dio a Erdogan un medallón de bronce que muestra a un ángel abrazando los hemisferios norte y sur mientras vence a un dragón.

"Este es el ángel de la paz que estrangula al demonio de la guerra", dijo el Papa a Erdogan al darle el medallón, hecho por el artista italiano Guido Verol. Es "un símbolo de un mundo basado en la paz y la justicia", agregó.

La parte pública de la reunión, con periodistas y el entorno de Erdogan, fue cordial, aunque ambos hombres lucían tensos al inicio del encuentro mientras se estaban sentados en el escritorio del Papa antes de que se solicitara a la prensa que saliera de la habitación.

Una protesta autorizada de unas 150 personas, incluyendo a kurdos y a sus simpatizantes, fuera del cercano castillo de Sant'Angelo, una fortaleza en la ribera del río Tíber, se volvió violenta cuando policías antimotines contuvieron a manifestantes que gritaban e intentaban traspasar su línea. Al menos un manifestante resultó herido, según un testigo.

El Vaticano está a favor de una solución que contemple dos estados para el conflicto entre israelíes y palestinos y desea que ambas partes lleguen a un consenso sobre el estatus de Jerusalén -que alberga sitios sagrados para los musulmanes, los judíos y los cristianos- como parte de un proceso de paz.

Los palestinos quieren que Jerusalén Oriental sea la capital de su futuro Estado independiente, pero Israel ha declarado la totalidad de la ciudad como su capital "eterna e indivisible".

AR

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