Un 40% de las mujeres que participan en el programa Con Ellas Hacemos la Diferencia, del gobierno municipal de Querétaro, son amas de casa, y 32% tiene la secundaría terminada, informó la coordinadora de esa estrategia, Jessica Moncada.

Añadió que con nivel primaria esta 7%; preparatoria, 28%; universidad, 17%; con maestría hay 40 mujeres que equivale a 0.7%, y hay seis mujeres con doctorado.

El resto de las mujeres que ingresó al plan se encontraban desempleadas, 13%; con empleo, 16%; con negocio propio, 10%, y estudiantes, 6%.

Reconoció que alrededor de 200 mujeres de la primera generación que inició el pasado 24 de agosto abandonó el programa; sin embargo, algunas están en cursos de regularización y otras van a volver a inscribirse en la tercera generación que va iniciar actividades el próximo año

El sábado, dijo, se reunió por zonas con las mujeres que abandonaron el programa, y explicaron que algunas de las razones por las que dejaron de acudir son: que los hijos regresaron a clases, cuestiones personales, y no sabían cómo conectarse a los cursos.

“Les abrimos un periodo de regularización para poder cubrir con las normas y reglas que implica el programa, porque tienen que cubrir ciertos créditos, entonces, se abrió para que puedan hacer la recuperación y las que se salieron en un inicio se volvieron a inscribir a la nueva generación”, destacó Moncada.

Expuso que la primera generación se conformó por 500 mujeres, la segunda, que inició el 23 de septiembre, fueron 5 mil, estás se encuentran en la primera etapa del trabajo que consiste en fomentar el empoderamiento, dar a conocer cómo resolver conflictos, pláticas sobre derechos humanos y sororidad.

Aprenden desde mecánica hasta repostería

En la segunda etapa ya pueden tomar los cursos donde se les enseñan talleres: mecánica automotriz, repostería básica, electricidad del hogar, corte y confección, cocina tradicional mexicana, estilismo y cuidado de imagen, horticultura, coctelería, fabricación y restauración de muebles, clases de inglés o de manejo.

“Se hace con el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Querétaro (Icateq) para que puedan tener el papel, que es importante y las ayude a tener un mejor trabajo o sentirse mejor de forma personal.

La tercera etapa es tener una vinculación con las empresas para que puedan conseguir empleo o que pongan su propio negocio”, especificó Moncada.

En la segunda generación que fue de cinco mil mujeres, todavía no se sabe cuántas van a terminar porque están en el proceso.

Google News

TEMAS RELACIONADOS