Más de 70% de las víctimas de trata de personas en Latinoamérica son mujeres y niñas, la mayoría usadas para el comercio sexual, aunque el porcentaje de hombres que son víctimas de este ilícito comienza a aumentar, por la rentabilidad de esta actividad criminal, afirmó la sicóloga Alma Alicia Esquivel Rosas, en el marco de la Feria Conmemorativa Nacional del Día Mundial contra la Trata de Personas.

Señaló que en la llamada necropolítica, la tortura, el exterminio, la violencia, el dolor y la muerte son instrumentos de dominación política, transformando la vida de los seres humanos a un modo intercambiable o desechable.

Alrededor de la trata de personas, dijo, giran muchos otros delitos y otras atrocidades y horrores, como el caso de las personas desaparecidas, quienes en este momento pueden ser víctimas de trata de personas.

Explicó que la respuesta de la sociedad ante la desaparición de personas suele ser de revictimización, pues se usan frases como “¿qué estaba haciendo tan tarde en la calle?”, “se lo buscó”, “seguro estaba metido o metida en algo ilícito”, lo que no contribuye a la sensibilización de la sociedad ante esta serie de desapariciones.

Apuntó que la explotación sexual y laboral son las formas más comunes de trata en América Latina. En América Central y El Caribe 75% de las víctimas son explotadas sexualmente, mientras que 15% lo son laboralmente.

“La trata es una forma de esclavitud moderna y un flagelo a escala mundial. Ningún contexto, ninguna geografía contemporánea se libra de él”, subrayó.

Precisó que aunque no se puede perder de vista este sesgo de género, son cada vez más los niños y hombres que son víctimas de este crimen, aunque no se puede olvidar y dejar de lado las estadísticas que evidencian un sesgo de género.

Dijo que contra las mujeres se libra “una guerra”, pues son violentadas de manera sistemática.

Agregó que la sociedad prefiere negar esta situación, al igual que otros fenómenos que incomodan a las personas.

“Preferimos pensar que no existe, dejar para otro día, otra ocasión, una mejor oportunidad”, puntualizó, al tiempo que explicó que el sistema económico tiene que ver también con lo que la antropóloga y escritora sudamericana, Rita Segato, llamó “pedagogía de la crueldad”, que postula que existen dos proyectos antagónicos, uno que promueve el individualismo, o mundo de las cosas, que tiende a ver a las personas como cosas, y por otro lado, el de los vínculos, que postula la creación de comunidades, pensando en el bien común.

Esquivel Rosas deploró que en la sociedad actual haya mecanismos que promuevan la violencia y la tortura contra ciertos individuos que se consideran débiles, y que pueden considerarse como desechables.

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