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Han pasado 10 días del desalojo de los comerciantes de la Unión Cívica Felipe Carrillo Puerto, de la Alameda Hidalgo, y nueve de que, en protesta, iniciaran un plantón indefinido en la Plaza de Armas, tras su primera marcha en la capital.
Sin embargo, el campamento de los vendedores, no tiene fecha para llegar a su término, pues los manifestantes señalaron que el diálogo con la autoridad no ha sido fructífero.
Son alrededor de 15 casas de campaña las que se mantienen debajo de los arcos de las oficinas del DIF.
Uno de los líderes del movimiento y de la Unión Cívica Felipe Carrillo Puerto aseguró que continuarán con su protesta “hasta las últimas consecuencias”, pues a pesar de que a un pequeño grupo de vendedores se les devolvió su mercancía y han negociado su reubicación, otros no están conformes con las alternativas que ofrece la autoridad estatal.
“No podemos aceptar las condiciones. Si aceptamos que nos manden a Tolimán para vender de lunes a miércoles ¿qué vamos a vender?”, declaró uno de los comerciantes que en la plaza queretana externa su descontento.
Pero el movimiento de protesta también ha generado que, poco a poco los recursos de los vendedores que han detenido su actividad y por ende la fuente de su ingreso, se vean en la necesidad de solicitar el apoyo de los ciudadanos y turistas que por ahí transitan.
“Necesitamos tu apoyo económico, fuimos desalojados de nuestra área de trabajo”, se lee en una pancarta ubicada exactamente frente a la entrada de la Casa de la Corregidora. Ahí, además, se han comenzado a recabar firmas de la sociedad como una forma más de sustentar su lucha.
De igual forma, algunos venden dulces o frituras en el lugar, ya que el desalojo pegó de sobremanera en su economía y no hay para cuando encuentren una respuesta positiva a sus demandas.
