Alrededor de 75 casos de abuso sexual se atienden cada mes en el programa Corazones Mágicos, el único en su tipo en Querétaro.

Desde su inicio, hace cuatro años, se ha atendido a más de 500 niños y se ha puesto el foco en la prevención para que los infantes aprendan a decir no, y a exigir que se respete su cuerpo, señaló la activista Fernanda Lazo.

Las escuelas son un tema aparte. En lo que va de este año suman cinco casos diferentes de presunto abuso por parte de profesores en instituciones académicas de San Juan del Río, Huimilpan, Jalpan y dos más en Querétaro, pero hace un año, se tuvo un caso que vinculaba a un maestro con varias niñas en El Palmar, Cadereyta, donde 18 pequeñas denunciaron acoso y hubo casos de tocamiento.

El programa Corazones Mágicos pertenece a la Fundación Vida Plena. Se estima que en el mundo una de cada cinco niñas y hasta uno de cada 10 menores sufren abuso sexual; sin embargo, los países en desarrollo tienen una prevalencia mayor por los factores de riesgo, como la pobreza, el hacinamiento, la educación, la obediencia ciega a los adultos.

De manera general, 70% de los agresores son familiares de los niños, 20% son personas cercanas al menor y solamente en 10% de los casos son gente extraña o ajena.

Lo más grave es que una de cada tres víctimas de abuso sexual infantil se convertirá en un agresor sexual. Por eso le apuestan a la prevención y a la rehabilitación de los adolescentes que ya son agresores sexuales.

La prevención implica dar herramientas a las y los niños para defenderse. Se trata de pautas como nombrar correctamente las partes íntimas del cuerpo, sin ponerles apodos ni sobrenombres, hablar con confianza sobre la sexualidad y enseñarles a cuidar su cuerpo.

“Tienen que saber que si algo les pasa pueden recurrir a nosotros, pero para eso hay que generar confianza, no hacer lo que pasa hoy, que cuando un chiquito de cuatro años está descubriendo su cuerpo lo regañamos y le decimos que se deje ahí, el niño cree que eso está mal, cuando lo que hay que promover confianza, educar”, señaló Lazo.

Una de las medidas más importantes es que los niños aprendan a decir “no”, con seguridad, convencidos de que pueden acusar al agresor, pero para eso se debe fortalecer la autoestima desde la infancia.

“Hay que enseñarle a los niños cómo se llaman sus emociones, qué es lo que están sintiendo, porque a veces ni siquiera saben si están enojados o tristes. Hay que explicarles que hay secretos buenos y secretos malos, que hay caricias buenas y caricias malas, que sepan que si hay algo que les da miedo o incomodidad es dañino y deben contarlo”, insistió Fernanda Lazo.

Los sicólogos de Corazones Mágicos trabajan a marchas forzadas, pero apuestan por la prevención.

Este año alcanzaron a cuatro mil infantes con talleres preventivos, hasta ahora se registran 18 mil niñas y niños desde la creación del programa.

Fernanda Lazo admite que los casos en las escuelas son un tema que les preocupa. Sobre todo cuando hay revictimización, porque a veces los directores o los demás profesores protegen a los agresores.

Entre los casos hubo uno en Jalpan, donde una estudiante denunció abuso sexual y se consignó al profesor, pero siguió dando clases. Lo mismo pasó en una secundaria en El Palmar, en Cadereyta, donde 18 alumnas testificaron, por escrito, que existía acoso sexual de su docente.

“Había casos de tocamientos en algunas, no en todas. El profesor tenía muchos años dando clases, tuvo una hija con una alumna hace mucho tiempo, cuando ella era menor de edad y él mayor de edad, eso es un delito. Pero las profesoras decían: ‘las niñas que empezaron con esto son unas golfas’ y él maestro remató con un ‘el hombre llega hasta donde la mujer se deja’, pero hablamos de niñas de 12 años”, insistió la activista.

En esa secundaria, recordó Fernanda Lazo, hubo testimonios de jóvenes que contaban cómo el profesor acosaba a las mujeres y tenían que avisarle que una u otra eran sus novias, para que las dejara en paz.

Al final, el profesor dejó de dar clases, gracias a la intervención de la Defensoría Estatal de Derechos Humanos, pero él estaba por jubilarse y con el paso del tiempo los padres de familia otorgaron el perdón, así que se considera uno de los casos más lamentables. Corazones Mágicos logró el compromiso de la Unidad de Servicios a la Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ) para crear un protocolo de atención de estos casos; sin embargo, también demanda el apoyo de los diputados locales para crear un padrón de agresores sexuales.

La sicóloga del programa, Norma Patricia Hernández López, consideró que lo ideal es avanzar en la prevención y, sobre todo, estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento para detectar síntomas de abuso sexual.

Entre esos síntomas se encuentran la hipersexualización, comportamientos inapropiados de contenido sexual, la culpa, cambios abruptos en las emociones, dificultad para dormir, pesadillas frecuentes, aislamiento, temores infundados, agresividad, entre muchos otros.

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