Cada sábado y domingo Mario acude al Tianguis de Autos para adquirir los mejores carros con precios módicos y revenderlos. Su oficio, conocido como “coyote”, le ha dado ganancias considerables durante los últimos tres años.

Desde temprano se ubica en la puerta por donde ingresan todos los vehículos. Se recarga en un poste, observa, se mantiene a la caza. Allí compite con cerca de una decena de compañeros para abordar primero a aquella persona que lleve un automóvil atractivo. Hace rápidamente un análisis de la pintura, las llantas y que no traiga golpes.

Luego de ganarle a sus competidores, Mario acompaña al vendedor para que se coloque en su lugar asignado. A solas cuestiona a los dueños del carro sobre las condiciones en las que se encuentra, cómo lo consiguieron, cuántos dueños ha tenido y verifica la documentación para que todos los pagos se encuentren saldados, además que no haya reporte de robo.

“Para comprar un vehículo nos fijamos que estén a su nombre, que tengan una buena factura o si está refacturada que tenga sus seguimientos y todos sus pagos al corriente; más que nada que el vehículo se encuentre en buenas condiciones, que no estén chocados o repintados, que tengan sus piezas originales”, dijo.

La mayoría de los autos que se ofertan son usados, de tal modo que Mario verifica que el carro no haya tenido más de cinco dueños, pues de lo contrario sería complicado hacer una revisión del uso que se le ha dado.

Al tianguis pueden llegar hasta 3 mil vehículos en un día, sin embargo, la experiencia que le ha dado el tiempo permite que Mario sólo tenga que hacer algunas ofertas para encontrar el ideal. Después de revisar todos los criterios, el último punto es el precio, sin embargo, él ha podido comprar vehículos desde 15 mil pesos, invierte en su reparación cerca de 4 o 5 mil pesos y los revende en 30 mil.

“Uno le sabe a esto y agarro lo mejor. Nosotros podemos ver mil carros pero no todos van a estar al cien. Uno tiene que seleccionar, el precio varía desde los 15 hasta los 300 mil”.

“El modelo no importa, puedes comprar un 2012 y que esté mal de la caja o el motor; puedes comprar un 99 y que esté al 100, pero aquí en Querétaro la gente viene a buscar del 94 al 2010, son los más vendibles”.

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