[Publicidad]
Uno de los rincones más peculiares en esta ciudad es la cocina del convento de la Santa Cruz, inmueble con una larga historia, una belleza singular y una trayectoria de testimonios y protagonismos, no solo en la evangelización, sino también en los momentos históricos de esta tierra y de este país.
Ha vivido momentos llenos de luz y otros un tanto oscuros y difíciles. Sin embargo, creo que su cocina es un lugar de acuerdos y reencuentros cotidianos con la vida misma. No conozco la actual, pero estoy seguro que los aromas y sazones deben seguir siendo maravillosos, como lo fueron en la de la imagen. Veo entonces esa vieja cocina que hoy es lugar de atracción turística y me inspira un recuerdo de tradiciones, de gastronomía propia y de aquella que llegó de lejos, para ser compartida y adoptada por este pueblo.
El sabor de las costumbres de entonces debe mantener ese orgullo que veo en los objetos, los hornos, el tiro de la chimenea y otros utensilios de cocina que dan vida a ese espacio donde oraciones y recetas se conjugaron para producir algo así como pequeños, pero deliciosos milagros.
La cocina conventual es una de las mayores riquezas culturales en México y el mundo, pero también en las cocinas de las familias son motivo de unión, de encuentro y de agradecimiento por el alimento que, con solidaridad y generosidad, tampoco debería faltarle a nadie en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.
[Publicidad]
Más información

Metrópoli
Colectivos de movilidad solicitarán la primera Audiencia Pública en la historia del municipio de Querétaro

Metrópoli
Reportan saldo blanco en operativo de Día de Muertos 2025 en el municipio de Querétaro

Metrópoli
Revisa Josué Guerrero obras de urbanización en El Paraíso

Metrópoli
Buscan audiencia pública con Felifer Macías


    