Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , campus Juriquilla, analizan el uso de la oxitocina como una alternativa para tratar los dolores crónicos y como reemplazo de los fármacos derivados del opio (opiáceos).

La oxitocina, hormona que se usa para la inducción del parto, la secreción láctea, las contracciones uterinas y también para cohibir el sangrado uterino, resulta eficaz para tratar el dolor crónico con una variante de aplicación en el paciente, aseguró el investigador Miguel Condés Lara.

“Hay que distinguir el uso de la oxitocina para facilitar el parto y su potencial uso como analgésico”, especificó el también encargado del Laboratorio de Dolor y Epilepsia adscrito al Departamento de Neurobiología del Desarrollo y Neurofisiología del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla, Querétaro.

El especialista detalló que en el primer caso se trata de una acción a nivel periférico, en la musculatura uterina, y en lo que se refiere a su uso como analgésico es a nivel del sistema nervioso central, de forma particular en la médula espinal; son dos efectos distintos que dependen de la vía de administración.

Condés Lara mencionó que comenzaron a estudiar la función analgésica de la oxitocina a principios de los años 90 en Francia, donde se descubrió que había receptores en diferentes estructuras del sistema nervioso, en particular en la amígdala cerebral, donde la oxitocina bloqueaba las respuestas al dolor.

“Los laboratorios que nos dedicamos a investigar sobre dolor tenemos un objetivo claro, que es desarrollar, encontrar analgésicos y probarlos, además de verificar que carezcan de efectos adversos que pudieran limitar su uso”, subrayó el investigador.

La oxitocina tiene como función bloquear las fibras que conducen la información del dolor, desde receptores en la piel hasta la médula espinal, expuso el científico.

A su vez, el investigador Alfredo Manzano García comentó que para hacer las pruebas en los seres humanos se utilizaron pacientes con dolor por cáncer en estadios terminales.

A dichos pacientes se les aplicó la oxitocina por medio de la inserción de un catéter epidural, dirigido al espacio existente entre las meninges y el hueso a nivel lumbar, donde se administró la hormona en dosis bajas con intervalos de 12 horas.

“Uno de los investigadores ha realizado la prueba en varias personas que tienen dolor por un cáncer en fase terminal. Se les aplicó de manera epidural, alrededor de la médula espinal, y observamos una disminución del dolor muy importante”, indicó.

“Obviamente no estamos curando el cáncer, pero la disminución del dolor es fundamental para permitir a los pacientes tener una mejor calidad de vida”, apuntó el experto.

Manzano García reveló que otro de los propósitos de esta investigación es proponer alternativas a los opiáceos que se administran para el dolor de los pacientes.

Lo anterior, explicó, es porque los opiáceos no solo afectan la calidad de vida sino además pueden acarrear efectos secundarios en la salud, en especial cuando el paciente desarrolla tolerancia y adicción a estos fármacos. “Los opiáceos, como la morfina, tienen un efecto de somnolencia en el paciente, no sienten dolor pero se la pasan dormidos todo el tiempo”, dijo.

“Además existe el problema que hay que ir aumentando la dosis porque hay una habituación y tolerancia del organismo, lo que puede provocar una depresión respiratoria que conduce a la muerte”, agregó.

Por su parte, Condés Lara precisó que con este proyecto se busca incrementar el número de pacientes en el estudio para tener un resultado contundente.

“Hasta ahora tenemos cinco pacientes, todos con muy buenos resultados, los cuales se sometieron a la oxitocina durante una semana en uno de los casos, otra semana con morfina y así de manera sucesiva para observar si hay cambios”, apuntó el investigador.

El especialista mencionó que los familiares dijeron que durante la semana de uso de la morfina los pacientes estuvieron somnolientos y no se podía interactuar con ellos, en cambio durante la administración de la oxitocina se mostraron alerta, platicaban y no tenían dolor.

Los investigadores no encontraron hasta ahora efectos adversos de importancia en la administración de la oxitocina, pero requieren de muestras de pacientes más grandes para poder investigar en una población más variada. Notimex

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