En San Juan del Río las bandas juveniles han puesto en jaque tanto a habitantes como a las corporaciones de emergencia; involucrados en riñas de fines de semana, cientos de jóvenes se han vuelto presas del consumo desmedido de alcohol que deriva en conductas agresivas.

Comunidades como La Estancia, San Miguel y San José Galindo, Arcila, El Organal, La Llave, Cazadero así como la colonia La Rueda y el oriente de la cabecera municipal se han convertido en focos rojos de delincuencia juvenil, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), aunque mayormente son riñas y faltas administrativas las que cometen estos grupos juveniles, el problema se ha recrudecido con el aumento de venta clandestina de alcohol, que va de la mano del vandalismo en San Juan del Río.

En La Estancia se conocen al menos ocho agrupaciones juveniles protagonistas de riñas y delitos menores. Familias que durante años han tenido rivalidad han involucrado en estos problemas a las nuevas generaciones.

En La Estancia el uso de armas punzo cortantes y de fuego han salido a relucir en estas riñas entre familias que se han constituido en pandillas, los más jóvenes se han encargado de hacer prevalecer las rivalidades y actos de venganza que han afectado a terceras personas que no tienen relación con estos grupos identificados como Los Nazis, Los Frescos, Los Tímidos, entre otros.

En esta comunidad se ha hecho un esfuerzo conjunto para disuadir las riñas juveniles; sin embargo, la venta clandestina de alcohol ha sido motivo para que los jóvenes reincidan en agresiones.

Del alcohol a drogas duras. El secretario de Seguridad Pública, Arturo Calvario, reconoció que la ingesta desmedida de alcohol en algunos puntos del municipio ha generado otro tipo de adicciones de mayor impacto para la población juvenil; al destacar la comercialización de sustancias como cocaína, “cristal”, que son consumidas por jóvenes involucrados en pandillas que protagonizan diversas riñas.

“Vemos que de la mano del alcohol, está el consumo de cristal, de metanfetaminas, este es un tema preocupante, no sólo hablamos de riñas, sino de conflictos sociales, adicciones e incluso la venta de drogas aún más peligrosas que el alcohol”.

Arturo Calvario aseguró que en la mayoría de las comunidades donde es recurrente el consumo de drogas y las riñas, los involucrados están plenamente identificados por los habitantes, quienes prefieren no denunciar por temor a actos de venganza de bandas juveniles.

Cruz Roja, víctima de vándalos. Para las corporaciones de emergencia, la ingesta de alcohol también representa un riesgo, pues son más recurrentes las agresiones en contra de paramédicos que acuden a las zonas de conflicto para intentar atender a los jóvenes que resultan lesionados de estas riñas.

El patronato de la Cruz Roja ha reportado que cada fin de semana ingresan al hospital de la institución un promedio de 30 personas lesionadas por peleas en comunidades, la mayoría de los casos ocurridos a consecuencia de la ingesta de alcohol y más recientemente de otras drogas “duras”.

En su momento el presidente de la Cruz Roja, Marco Antonio Rojas Zetina, advertía de la dificultad a la que se enfrentaban los paramédicos al querer ingresar a hospitales de instituciones de salud a heridos de riñas; los centros hospitalarios se negaron a atender a jóvenes con lesiones de arma de fuego, dificultando la atención a los mismos.

Pero además del incremento de lesiones a jóvenes, las agresiones han afectado a los propios paramédicos; en este año los elementos de la Cruz Roja han sido agredidos en al menos tres ocasiones cuando han intentado trasladar a jóvenes heridos en riñas por consumo de alcohol.

El caso más reciente ocurrió en la comunidad de Santa Bárbara La Cueva, donde jóvenes que habían participado en una riña lanzaron rocas a la ambulancia de la Cruz Roja cuando era conducida por paramédico para atender a un lesionado en ese enfrentamiento.

Los paramédicos y las ambulancias han sido también agredidos por grupos juveniles en comunidades como Santa Lucía, La llave, La Valla, Paso de Mata, entre otras, de acuerdo con Marco Antonio Rojas.

Estrategia anti alcohol. El titular de Seguridad Pública aseguró que uno de los objetivos a corto plazo de esta corporación y otras dependencias es disminuir la venta clandestina de alcohol ante la relación directa que tiene con los conflictos juveniles.

Agregó que también se busca evitar la venta de alcohol en horarios no permitidos en tiendas de conveniencia y clausurar aquellos establecimientos que no han refrendado sus permisos.

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