Los medicamentos para los pacientes con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), aunque costosos, están asegurados para quienes así lo requieren, afirmó Javier Vega Terrazas, coordinador estatal del programa de atención al VIH-Sida. “El medicamento es bastante caro, es un presupuesto bastante importante que tiene que destinar la federación para que se compre este medicamento, pero año con año se hacen las licitaciones y se tiene asegurado al 100% para todos los pacientes que tenemos y se hace un estimado para los pacientes que se pueden agregar en este año, pues sabemos que de cada paciente que es portador de VIH, hay tres que no lo saben”, explicó.

Señaló que se tienen 120 y 150 casos anuales que se registran como casos nuevos, por lo que hay surtir el medicamento. Actualmente tienen 936 casos registrados en la Secretaría de Salud, 778 en tratamiento y el resto está en control o está bajo vigilancia y todos tiene asegurado su medicamento, indicó.

La mayoría de los casos, explicó, arriba del 70% están concentrados en la Jurisdicción Sanitaria Número 1, que es la capital del estado, aunque también se dan casos en los municipios de Jalpan de Serra, Cadereyta y San Juan del Río.

Precisó que en esas localidades son menos los casos, pues el grueso de la epidemia está concentrado en la capital, aunque el comportamiento del mal en Jalpan es diferente, pues los grupos más afectados son los migrantes.

“Como vienen los esposos de Estados Unidos a veces vienen contagiados y contagian a la señora, o ellos mismos se quedan aquí, ya no regresan a Estados Unidos y son casos que tenemos que estar atendiendo”, aseveró.

Precisó que en el caso de la capital del estado la fenomenología es diferente, pues la mayoría de los contagios son de hombres que tienen sexo con otros hombres. “Los homosexuales es uno de los grupos más importantes donde radica la epidemia y en donde estamos haciendo esfuerzos para poder llegar hasta ellos con actividades de promoción y prevención para evitar la expansión del virus”, ahondó.

Apuntó que en el caso de sexoservicio incluso llevan talleres de sexualidad y de enfermedades de transmisión sexual, que es otro grupo que preocupa, pues a nivel nacional la prevalencia de VIH en este sector es de 17%.

“De todos los grupos importantes que tenemos, a nivel nacional, son los hombres que tienen sexo con hombres, que son 58%; el trabajo sexual, tanto hombres como mujeres, tiene 17%; las personas que usan drogas inyectables, que son 18.2%, y las mujeres embarazadas que son 5.8%. En el estado de Querétaro no tenemos registrados sexoservidoras y sexoservidores con VIH”, recalcó.

Apuntó que este tipo de sector se encuentra controlado, pues se les dota de insumos preventivos, como son los condones y vigilan que se hagan de manera rutinaria su prueba de detección oportuna del VIH, que es una prueba muy rápida, ya que se hace en 20 minutos, se tiene el resultado para saber si la persona es reactiva o no reactiva y con eso pueden detectar de manera más rápida al paciente y comenzar el manejo oportuno del mismo.

Aseveró que la detección oportuna ayuda a mantener mejor controlado al paciente, pues se puede tener un manejo oportuno, para evitar mayores complicaciones, e inclusive evitar que llegue el paciente a padecer Sida, pues VIH y Sida son diferentes.

En el caso del sector de los jóvenes, señaló que no es prioritario, pues no se tienen muchos casos registrados en adolescentes, sin embargo es un grupo importante “de rescatar” porque están teniendo relaciones sexuales sin protección y tienen un riesgo.

“Con ellos trabajamos la parte de la sexualidad, la educación para la salud, en el Colegio de Bachilleres de Querétaro (Cobaq), en escuelas de nivel medio superior hacemos talleres con estos grupos y los orientamos y les explicamos el uso del condón y el sexo protegido y el sexo seguro y responsable, pues no se trata de dar condones a diestra y siniestra, ni de tampoco estar diciendo que tengan relaciones, se trata de explicar que la sexualidad es una parte muy importante de todos los seres humanos, que debemos de tener una sexualidad plena, pero con cierta responsabilidad”, recalcó.

Agregó que ese es el mensaje que quieren hacer llegar a los jóvenes, que no sólo es un embarazo no deseado, pues es más grave una enfermedad de transmisión sexual o VIH.

El costo de la salud.

Vega Terrazas dijo que el costo de un tratamiento para un paciente con VIH en promedio puede costar de cuatro mil a ocho mil pesos mensuales, que ascenderían anualmente a entre 80 mil y 100 mil pesos.

Agregó que es el Seguro Popular el que financia a los pacientes del VIH, y en el caso de éste pueden prescindir de presupuestos para preservativos, pruebas de detección, u otro tipo de insumos, pero los tratamientos antirretrovirales siempre estarán asegurados.

“Ahí no tenemos ningún problema, porque sabemos que en el paciente con VIH si retiramos el tratamiento, si existe la carencia del medicamento, puede haber mutaciones en el virus y que eso nos podría costar más caro, o que finalmente nos pudiera crear un desequilibrio en la pandemia que está controlada y que pueden llegar a tener mayores problemas”, señaló.

Del mismo modo, ofrecen apoyo sicológico, pues los pacientes con VIH caen en shock al saber que tienen el virus, por lo que necesitan el apoyo multisectorial y multidisciplinario, como especialista en nutrición, por la adherencia al tratamiento, así como odontólogos, que se dedican a atender a este tipo de pacientes, y en el caso de las mujeres embarazadas los ginecólogos y los pediatras que ya están sensibilizados en el manejo del paciente.

Añadió que este año trabajaron de manera cercana con las organizaciones civiles que luchan contra la expansión de esta enfermedad, creando una colaboración estrecha, pues como los recursos son limitados, estos grupos cuentan con ingresos que pueden contribuir para trabajar a la par y viceversa.

Puntualizó que aún existe mucha discriminación hacia los pacientes con VIH, siendo a nivel nacional estados como Guadalajara y Guanajuato las entidades donde más prevalece esta situación, aunque en Querétaro se tiene una población discriminatoria, por lo que también trabajan en ese rubro.

“Tenemos un gran reto este año, porque los talleres de estigma y discriminación los vamos a empezar a aplicar a todos los niveles, incluso a servidores públicos, vamos a ver escuelas, en todas las áreas donde nos abran el espacio para poder trabajar el asunto del estigma y la discriminación, porque todavía existe”, acotó.

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