Raymundo Balderas emprendió muy temprano el camino desde Santa Rosa Jáuregui hacia el centro de la capital queretana, con la intención de llegar a Plaza de Armas.

Pero a diferencia de la gente que utiliza el transporte público, Raymundo Balderas lo hizo caminando, cargando en su espalda una cruz de madera de casi 2 metros, la cual tiene puntas que simulan grandes espinas. El hombre de 45 años no le importó llegar a su destino al mediodía, cuando los termómetros marcaban los 26 grados centígrados.

El sacrificio de Raymundo fue —dijo— su última alternativa para protestar y ser escuchado por las autoridades, porque desde 2007 mantiene un conflicto con sus vecinos quienes se apropiaron de su casa.

Originario de la comunidad de Tierra Dura en el municipio de Colón, Raymundo Balderas demanda justicia a las autoridades estatales a quienes en cuatro ocasiones ha visitado, pero no logran resolverle su problema, por ello optó por cargar su cruz por más de 20 kilómetros para ser escuchado.

“Desde 2007 para acá tengo este problema. Vengo a demandar justicia, me vine desde Santa Rosa Jáuregui cargando la cruz. Espero que me echen la mano, he venido cuatro veces”, narró.

Raymundo no sólo carga la pesada cruz, agarrados con seguros a la camisa del equipo Oro, el cual descendió en 1964, trae fotografías en donde se aprecia, dice, las secuelas de una golpiza que recibió de parte de sus vecinos.

Trae también una credencial que lo identifica como agremiado de la Alianza Nacional de Derechos Humanos y una hoja de papel en donde se puede apreciar el número de una averiguación previa, que al parecer inició para tratar de defender sus bienes y varias cartulinas en donde expone su problema a quienes se quieran acercar a leerlas.

“Mi motivo es que tengo problemas con unas gentes que me quieren quitar mi casa, en varias ocasiones me han golpeado. Llegó el título de propiedad a nombre de ellos, cuando no estaba lo midieron y dijeron que era de ellos. Yo andaba en México, allá tengo otra casita”, relató.

Raymundo afirmó que en 2007 tuvo que salir de la ciudad, momento que fue aprovechado por sus vecinos para poner el predio que le corresponde junto con la casa a nombre de ellos, razón por la cual lo quieren sacar de su hogar y narró que en repetidas ocasiones ha sido agredido.

“Yo soy de Tierra Dura, Colón, tengo 20 años ahí en ese terreno y vengo a manifestarme porque el viernes me volvieron a agredir, me quieren sacar de mi casa”, señaló.

Cansado, acalorado y desesperado Raymundo Balderas, cargó su cruz hasta las instalaciones de la Secretaría de Gobierno, espero a que saliera alguien de la dependencia para atenderlo.

No tuvo que esperar mucho para que de la secretaría saliera un concertador para tratar de resolver su problema.

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