Derivado del paro parcial que los transportistas del Sistema de Transporte Metropolitano Red Q hicieron, la solidaridad de varias personas se hizo presente, toda vez que algunos ciudadanos con vehículos daban ride a los inconformes que, ansiosos y molestos, esperaban su camión.

Fue durante las primeras horas de este miércoles, cuando la ciudadanía comenzó a darse cuenta de la ausencia de gran cantidad de camiones del transporte público. Molestia y estrés se comenzó a apoderar de los usuarios que, por más de 30 minutos, esperaban su camión en diferentes zonas de la ciudad, buscando llevar a sus hijos a la escuela, llegar a su trabajo y cumplir con sus obligaciones del día.

Fue en el interior de la colonias en las diferentes puntos de la ciudad donde se no observaba ningún camión y, los pocos que pasaban, ya iban llenos y no hacían la parada, mientras que otros choferes preferían tomar vías alternas para no pasar por donde se encontraba esa gente con la mano estirada y la ansiedad a flor de piel.

Por ello, en las principales arterías de la capital queretana, las patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPMQ), así como de la Policía Estatal (Poes) estuvieron apoyando a las personas que se encontraban en las paradas de autobús con un “aventón” para acercarlos lo más posible a su destino.

Al respecto, fue el titular de la SSPMQ, Héctor Benítez López, quien puntualizó que este apoyo por parte de las patrullas se brindó durante todo el día miércoles, principalmente en las vialidades primarias durante las horas en las que se presenta mayor caos vial; asimismo, explicó que de ser necesario para este jueves también se brindará el apoyo, o hasta que se regularice el transporte, sin descuidar las otras áreas de seguridad.

Fue alrededor de las 9:00 de la mañana, cuando ya gran cantidad de personas conocían la situación de los camioneros paristas, que a esta jornada de solidaridad sumaron los conductores de transporte privado de aquellas unidades que, normalmente, le ofrecen servicio a las fábricas para movilizar a sus trabajadores.

Los choferes comenzaron a brindar el servicio de manera gratuita, y paraban donde se veía mucha gente aglutinada, para ofrecerles un ride; algunos se negaban, pues veían con sospechoso tanta amabilidad; otros más daban las gracias y hasta la bendición al conductor, pues por fin podrían moverse a su destino.

Tal fue el caso del señor José Benavides Díaz, quien condujo por diversas calles del norte de la ciudad y ahí ofrecía llevar a las personas.

“Vengase de ‘a gorrita’”, eran las palabras que usaba para convencer a las personas cuando subían a su unidad, muy diferente a la de Red Q.

Los ciudadanos, quienes fueron los más afectados por este paro, se dijeron igualmente molestos por el hecho de que se pueda subir la tarifa del transporte público, pues varios aseguraron que el servicio es “pésimo”.

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