Cada lunes, el área de inspección de la Dirección de Gobierno diseña una ruta de operación para combatir la venta clandestina de alcohol en todo el estado, logrando en lo que va de este 2014 la clausura de 54 establecimientos que incurren en este tipo de prácticas.

Los cierres se han dado por diversas faltas cometidas por los dueños de los establecimientos, que van, desde la falta de licencia, la ausencia de refrendo correspondiente o, incluso, el manejo de doble giro.

Así lo dio a conocer el subsecretario de Gobierno, Alfonso Jiménez Campos, quien detalló que de estos lugares, cinco han sido por tener doble giro, es decir, que cuentan con permiso para la venta de alcohol pero además ofrecen servicios tipo table dance.

“De forma diaria se hacen inspecciones de acuerdo con un programa que todos los lunes establecemos; en lo que va del año. Hasta el viernes de hace ocho días se reportan 54 clausuras por no tener licencia; de doble giro tenemos registradas cinco en el centro, en la zona metropolitana tres, y dos en Pedro Escobedo”, aseveró el funcionario estatal.

Recordó que, debido a la proporción poblacional, en donde más clausuras se registran hasta el momento, es en municipios como Querétaro y San Juan del Río; recordó que la venta clandestina también la practican quienes tienen licencia pero que no realizaron el refrendo respectivo.

El funcionario informó que también se está atacando la venta de alcohol en domicilios particulares, logrando la aplicación de multas a 20 de ellos. Aquí la preocupación radica, sentenció, en que se desconoce el origen y calidad de las bebidas, debido a que se trata de puntos que no tienen los permisos necesarios.

“Nos preocupa mucho la venta clandestina, sobre todo en domicilios particulares porque aunque sea poca su venta no se tiene la certeza de que sea un producto de calidad (…) tenemos un programa permanente de visitas a domicilios particulares; no se puede clausurar porque no es establecimientos pero si se sanciona con una multa y se da vista a la PGJ”, afirmó Jiménez.

Recordó que, en lo que compete al horario de funcionamiento, ellos no intervienen, pues eso corresponde directamente a las autoridades municipales, siendo el gobierno estatal el único vigilante de la venta legal de bebidas embriagantes.

En la zona serrrana y del semidesierto, explicó que al tratarse de sitios donde los negocios son más pequeños se hace un apercibimiento; en caso de no cumplirse la ley, se aplican sanciones.

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