Con la visión de proporcionar una mejor calidad de vida para las personas con discapacidad motriz o Síndrome de Down, la Asociación Mascotaterapia y Perros de Apoyo alienta a personas para mejorar sus circunstancias. El trabajo lo realizan de forma altruista.

Esta asociación trabaja con un grupo de cuatro entrenadores con sus perros, quienes ven a la mascota como un aliciente para mejorar físicamente a las personas y también las ayudan a controlar sus emociones.

Esta labor busca también que se permita el acceso a los canes en diferentes espacios públicos.

Milie Ibarra, presidenta de la Asociación Mascotaterapia, inició con este tipo de terapias como una alternativa más económica a la equinoterapia o la delfinoterapia, en vista que es mucho más accesible el adiestramiento de un perro que de un caballo. Además, los canes no requieren sitios especiales para poder proporcionar el apoyo que requieren los discapacitados.

“La terapia asistida con perro (TAP) lleva impartiéndose en Querétaro desde 2005, al ser entrenadora de perros y voluntaria de la UNAM en perros de búsqueda y rescate, me di cuenta que los perros son los animales que requieren de un humano para estar mas tranquilos”, dijo.

“Con el entrenamiento adecuado pueden apoyar a una persona que no ve, que no oye o que no puede alcanzar las cosas, al llegar a Querétaro comencé a proporcionar terapia con mi perro a una niña y eso me impulsó a crear esta asociación sin fines de lucro”, compartió.

Los perros son evaluados en carácter, temperamento y capacidad de soportar el maltrato que los asistentes a la terapia les puedan dar, principalmente la raza golden retriver es la más usada, por su alta capacidad de entendimiento y su docilidad.

“La terapia asistida no cura, ayuda a proporcionar una mejor calidad de vida a la persona que lo requiere, para mí el vínculo que se hace con un perro es mucho más amplio, como muchas personas tienen un perro en casa, para nosotros hacer este vínculo es más fácil”, explicó.

La terapeuta confirmó que “Los beneficios son directamente en la memoria de las personas que aprenden a convivir, a estar en un grupo. En México no tenemos la cultura de las personas con discapacidad y los perros”.

El 90% de los parques y jardines de la capital del estado no permiten el acceso a perros para realizar actividades, por lo mismo este grupo se encuentra trabajando para que se permita la entrada de estos animales que no son sólo mascotas y proporcionan a las personas con discapacidad apoyos adicionales.

Este grupo se puede localizar en el parque Querétaro 2000, en un área donada por el DIF estatal, y que recibió apoyo por parte de Pedigree. Buscan construir un edificio para continuar su trabajo de ayuda a personas con capacidades diferentes, principalmente a niños con cáncer u otras enfermedades.

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